La UE da concesiones a Marruecos sobre sardinas y naranjas a cambio de abrir la negociación pesquera
Los comisarios europeos Manuel Marín y Emma Bonino movieron ficha ayer para des bloquear la negociación pesquera con Marruecos. Se comprometieron a iniciar inmediatamente la discusión sobre las exportaciones de naranjas y sardinas marroquíes, esperando que este gesto obtenga una inmediata respuesta de Rabat: la fijación de una fecha para la sexta ronda pesquera, "que deberáser la última". Las concesiones no tendrán un fuerte impacto en los sectores europeos afectados, indica la Comisión. Pero satisfacen las exigencias del primer ministro marroquí, Abdellatif Filali.
"Hemos comunicado a las autoridades marroquíes que el miércoles presentaremos a la Comisión una propuesta para iniciar las consultas sobre sardinas y cítricos", manifestó ayer Marín, representando también a Bonino, quien emprendió viaje a Bosnia tras entrevistarse con el embajador de Rabat. "El primer ministro marroquí me había pedido señales de confianza y quiero señalarle públicamente que la Comisión ha asumido su responsabilidad", añadió.Marín mostró su confianza en que este gesto -el obstáculo de sardinas en conserva y naranjas había sido esgrimido por Rabat para paralizar las conversaciones pesqueras- provocará la inmediata reacción de la otra parte. Es decir, la fijación de una fecha próxima para la nueva ronda, una vez que Bruselas ha aceptado también la fecha del día 24 para las conversaciones sobre el otro gran paquete, el acuerdo de asociación, que debe incluir una alta ayuda económica, en el marco de los 750.000 millones aprobados en Cannes para todo el Mediterráneo durante el próximo quinquenio.
Si Marruecos no responde, "le será muy difícil explicar por qué", dijo Marín, ya que se ha aceptado el modus operandi que propuso. y si se abre la sexta ronda "esta vez será seguramente la última, como ha dicho también el propio Filali", apostilló.
La Comisión considera que puede tomar autónomamente esta iniciativa, aunque posiblemente los Estados miembros discrepen de ello y exijan la aprobación unánimente de los Quince. En Portugal surgieron ya en la tarde de ayer algunas voces de protesta, desde el Partido Socialista, preocupadas por el impacto en su industria de enlatado de sardinas, de gran vocación exportadora. En España, el ministro de Exteriores, Javier So lana, fue informado el lunes por Marín y Bonino de sus intencio nes. "Las naranjas vendrán en la boca de los peces", aseguró un diplomático español, recordando una frase pronunciada por González en la negociación de otro acuerdo agrícola con Marruecos: "El pescado se come con tomate".
Las concesiones realizadas eran consideradas como emblemáticas por el Gobierno marroquí. Pero sus efectos económicos inmediatos son menos temidos por los técnicos comunitarios. Y lo que también es importante, venían obligadas por el nuevo ordenamiento comercial internacional, desde el establecimiento de la Organización Mundial del, Comercio.
El alcance de la medidas sobre las sardinas consiste en la apertura de la discusión sobre la apertura de un contingente autónomo otorgado a Murrueocs. En cuanto a los cítricos, se trata de preservar la preferencia de que disponían los marroquíes antes del nacimiento de la OMC.
El sistema preferencial que fue otorgado a Marruecos le concedió unas ventajas arancelarias a sus cítricos, superiores a las consagradas en los acuerdos del GATT, cuya vigencia terminará este año. En caso de que se llegue a esa fecha sin haberlas renegociado, se le aplicaría el sistema general, menos generoso. Algo similar sucede con las sardinas: puesto que ha decaído el acuerdo de pesca, entraría en vigor la regla general. Se trata de negociar la reposición del contingente caducado.
Otro aspecto litigioso de las relaciones euromarroquíes es la reticencia de Rabat a acudir a la primera reunión preparatoria de la Conferencia Euromediterránea que se celebrará en Barcelona el mes de noviembre. El encuentro se celebrará también el día 24, entre la troika comunitaria y los 12 países de la cuenca sur que irán a Barcelona. Pero el Reino jerifiano pretende obtener un tratamiento diferenciado que ensalce su especifidad, al modo que lo hace Rusia en la Asociación por la Paz formada por la OTAN y los antiguos países comunistas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.