La mayoría de las orquestas, españolas podría desaparecer
Los expertos buscan soluciones a la precaria situación de los 22 conjuntos
El florecimiento de orquestas sinfónicas en España puede iniciar un ciclo descendente y la mayoría de ellas desaparecer si no se arbitran medidas urgentes para evitar la precaria situación de nuestros conjuntos musicales. De las dos o tres orquestas que había hace 10 años se ha pasado a las 22 actuales, pero los expertos reunidos la semana pasada en un curso de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial confirman un preocupante retroceso, iniciado con la desaparición el año pasado de la Orquesta de Murcia y los problemas de la Sinfónica de Sevilla.
La eclosión de las orquestas españolas se produjo hace poco más o menos una década y su numero fue en aumento hasta las 22 actuales. Casi cada comunidad autónoma creó la suya, pero, a falta de músicos españoles, se nutrieron de profesores extranjeros. "Son orquestas de primerísima calidad todas ellas", dice el musicólogo Antonio Iglesias, director del curso, "con lo que España ha adquirido un notable nivel internacional". El problema radica, para Iglesias, "en su excesiva dependencia del poder municipal y autonórnico". El día que por prioridades políticas o recortes económicos se deja de mantener a la orquesta, se disuelve como un azucarillo.En la actualidad, el 80% de los músicos de las orquestas españolas son extranjeros llegados de los antiguos países del Este, principalmente la URSS, Polonia, Checoslovaquia y la antigua República Democrática Alemana. "Aquí se les ofrece un buen sueldo y muchos de ellos se dedican también a la enseñanza", explica Iglesias. "Fueron trayendo a sus familias y no cabe duda de que gracias a ellos se ha conseguido un gran nivel musical. Han recalado aquí, obviamente, porque éste era un país que tenía una gran demanda". En Asturias, por ejemplo, vive y trabaja uno de los principales conjuntos de cuerda de la actualidad, Los Virtuosos de Moscu, cuyos miembros se han aclimatado perfectamente a las costumbres de la tierra.
Ser extremeño
Recurrir a músicos extranjeros es el único modo de formar una orquesta. En Extremadura, recuerda Iglesias, se convocó un concurso en el que se pedía como primera condición ser extremeño. Extremadura y Castilla-La Mancha son las dos únicas comunidades autónomas que no tienen orquesta propia. Enrique Rojas, gerente de la Orquesta Sinfónica de Galicia, recordó durante su intervención las críticas que tuvo que soportar porque no había ningún gallego y sólo cinco españoles en su agrupación. Rojas, sin embargo, cree que la situación va mejorando. En las últimas oposiciones entraron otros tres españoles por méritos propios. En el curso han participado gerentes de algunas de las principales orquestas del mundo, como las filarmónicas de Los Ángeles, Londres, Berlín y Múnich. Se puso de manifiesto la enorme diferencia de organización entre unas y otras. Mientras la de Los Ángeles, explicó su gerente, Ernest Fleichmann, se sustenta en los patrocinadores y permite que la mayor parte de los profesores tengan avión propio, en la de Londres nadie cobra un salario fijo y se reparte un porcentaje de las actividades que desarrollan, según su gerente, Clive Gillinson. "De todas estas experiencias", declara Iglesias, "hemos obtenido ideas muy interesantes sobre la organización de las orquestas".
Compara el momento de la música española al de Estados Unidos durante los años veinte, cuando se importaron, gran cantidad de músicos extranjeros. Toda esta eclosión preocupa a los expertos porque es una burbuja tras la que no existe ni formación musical suficiente ni profesionales españoles.
Babelia
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