Alemania amenaza con bloquear la cumbre europea de Cannes

El ministro de Finanzas alemán, Theo Waigel, mantuvo ayer la reserva de su país al acuerdo de distribución de los fondos de la acción exterior de la Unión Europea (UE). Con ocasión del Consejo de ministros de Economía y Finanzas celebrado en Luxemburgo, Waigel confirmó la oposición de su país al reparto "equilibrado" de los recursos financieros entre los países del Este y los del Mediterráneo, que había formulado la pasada semana su colega de Exteriores, Klaus Kinkel.La negativa alemana pone en cuestión el único resultado significativo cosechado hasta ahora por la presidencia francesa para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Cannes, los próximos días 26 y 27. Si hasta entonces Bonn no da su brazo a torcer, el asunto concitará tanta atención que la mayor parte de los asuntos -de por sí ya poco madurados- quedará bloqueada. Por eso la presidencia convocó ayer un Consejo extraordinario de Exteriores para el próximo jueves.

La intransigencia alemana es tanto más significativa cuanto que el acuerdo de "reequilibrio" entre las ayudas destinadas al Este y al Mediterráneo era un pacto frágil, cuya concreción debería debatirse año a año. En efecto, los Quince decidieron el pasado día 12 evitar el compromiso de reparto formal para cinco años contra el criterio de la Comisión y de España y Francia.

Pero la Comisión reiteró sus propuestas, indicando que cada año presentará su proyecto de presupuestos atendiendo a las cifras que elaboré en abril para todo el período: 6.700. millones de ecus (1,07 billones de pesetas) para el Este y 5.160 millones de ecus (825.000 millones de pesetas) para la cuenca sur mediterránea. Y como para tumbar la propuesta de la Comisión se necesita que no haya una minoría de bloqueo opuesta -cosa que existe, dado que hay un frente de países mediterráneos-, esta propuesta quedaba consagrada por la vía de los hechos. La presidencia mostraba su disgusto ante Bonn, especialmente porque argumentaba que Alemania es el principal país contribuyente a la UE, "argumento cierto pero que rompe el esquema de solidaridad de la UE", según estas fuentes.