La población dispuesta convertirse en 'escudo humano'
La influencia de las autoridades locales en los acontecimientos de Budiónnovsk es mínima, ya que el ataque al hospital se realizó a pesar de la categórica oposición, del gobernador de Stávropol, Evgueni Kuznetsov. Y, muy al contrario de lo que pedían los rehenes y la mayoría de los políticos, en la tarde de ayer las tropas del Kremlin reanudaron los disparos contra el hospital. La población local, desesperada, lanzó un ultimátum al primer ministro, Víctor Chernomirdin: o se presentaba de inmediato en Budiónnovsk para encabezar las negociaciones con el comando checheno o el pueblo formaría un escudo humano entre los soldados y el hospital para impedir nuevas muertes inocentes.La reanudación de los disparos de los soldados rusos sumió a la ciudad en la más absoluta angustia. Desde el Gobierno local al ciudadano de a pie se impuso el convencimiento de que era necesario actuar si se quería evitar la sangría: "Esta crisis sólo se puede resolver con medios políticos. El. primer asalto no ha hecho más que empeorar la situación. Seguir apostando por la fuerza es un crimen", reza el documento firmado por la Administración y la opinión pública de Budiónnovsk, en el que se exige la presencia en la ciudad de Chernomirdin. Si el primer ministro no responde, la rebelión en Budiónnovsk parece un hecho y los soldados pueden encontrarse en las próximas horas con que el hospital está protegido por un escudo humano.
El asalto fue realizado por el grupo antiterrorista Alfa con el apoyo de algunas de las unidades de las Fuerzas Armadas que rodean el hospital. Ahora, los soldados rusos controlan el pabellón de traumatología, donde, como explicaron los médicos del centro médico, no había chechenos. Sí había, en cambio, personal médico, al que los guerrilleros había advertido que no tratara de huir, y enfermos que por el carácter de sus lesiones prácticamente no se pueden mover. Los guerrilleros se encuentran sólo en el pabellón central, donde todavía retienen a más de un millar de rehenes. Después del asalto, los chechenos no tomaron, represalias y no fusilaron a nadie.
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