Estado de alerta en las calles de Moscú
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, que ha interrumpido sus vacaciones a causa de la crisis de Budiónnovsk, ha ordenado un reforzamiento de los servicios de orden público de la capital y ha pedido a los moscovitas que estén en guardia ante posibles actos de terrorismo.
"Nos encontramos ante bestias salvajes ( ... ) indiferentes a la vida del prójimo, más que ante seres humanos", dijo Luzhkov, que pidió a sus conciudadanos "estar preparados para cualquier acto criminal". El alcalde se granjeó la animadversión de los grupos de defensa de los derechos humanos en el otoño pasado, cuando se agravó la crisis chechena y las tropas rusas entraron en esta república caucásica. El enérgico Luzhkov puso en marcha una operación policial que, en la práctica, se tradujo en numerosos atentados contra los derechos cívicos, especialmente de las personas denominadas "de nacionalidad caucásica", cuyo tono de piel es más oscuro que el de los eslavos
Por segunda vez en esta semana, ayer fue detenido el checheno Jabat Kurbánov, representante de Dzhojar Dudáiev en Moscú, que, en virtud del decreto presidencial de lucha contra la delincuencia, puede ser recluido hasta un total de 30 días en la cárcel. Según el jefe del Centro de Relaciones Públicas del Servicio Federal de Seguridad (SFS), el general Alexandr Mijáilov, Kurbánov se dedicaba al espionaje.
Representantes de la emigración chechena residentes. en Moscú han acudido a Budiónnovsk para intentar mediar entre los guerrilleros y los rusos. Entre los muchos políticos que se encontraban ayer en Budiónnovsk estaba el líder ultranacionalista VIadímir Zhirinovski, que es partidario de armar a la clase política rusa y de sellar las fronteras caucásicas.
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