El Obispo de Mallorca rehabilita al único cura fusilado por Franco

La Iglesia de Mallorca, a través de su obispo Teodoro Ubeda, se ha pronunciado por primera vez en 58 años, sobre la figura proscrita del sacerdote mallorquín Jeroni Alomar Poquet, ejecutado por el ejército de Franco, ante la tapia del cementerio de Palma de Mallorca, en 1937. Ubeda presidió esta semana una misa de difuntos en su memoria. Fue el primer funeral que se oficia por el que fue llamado "el cura rojo". El Boletín Oficial de la Diócesis de Mallorca publicará íntegra la homilía del obispo.La institición eclesiástica dejará constancia histórica de aquel crimen y hará una petición indirecta de perdón por el papel de los poderes diocesanos mallorquines durante la guerra y el franquismo.

Ayer, en conversación con este diario, el prelado señaló: "No sé si se trata de un acto de rehabilitación. Diría mejor que se han puesto las cosas en su sitio. Era un acto de justicia que la Iglesia estuviera en el funeral que organizó la familia".

Jeroni Alomar era un cura rico, con vocación social y progresista que ayudó a algunos republicanos en peligro de muerte a abandonar Mallorca asolada por escuadrones fascistas y militares. Fue el único, cura que fusilaron los sublevados contra la República, en la zona llamada nacional.