El Gobierno planea recortar el gasto en al menos 600.000 millones para el presupuesto de 1996

El recorte de gastos, subvenciones y deducciones que prepara el Gobierno en el presupuesto de 1996 puede situarse en 600.000 millones sobre el gasto de 1995. Este sería el recorte mínimo para poder reducir el déficit en 713.000 millones el año próximo, según fuentes de la Administración. Con tres meses de anticipación sobre años anteriores y la tijera lista para cortar, el Gobierno intenta cuadrar un presupuesto muy difícil en el que todo, salvo los gastos sociales (pensiones, desempleo ... ), puede ser recortado. La previsión es empezar a discutir el presupuesto inmediatamente después de las elecciones. España se juega su acceso a la moneda única europea si no baja su déficit al 3% del PIB.

El Gobierno quiere transmitir iniciativa política tras las elecciones municipales y autonómicas. El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, tiene ya un primer borrador del presupuesto de 1996. El objetivo es cerrar las grandes cifras antes de las vacaciones para acabar de cuadrarlas en septiembre con Convergéncia i Unió (CiU), dicen, las fuentes consultadas.Para lograr recortar el déficit, se baraja un recorte inicial de gastos, deducciones y subvenciones a empresas públicas y privadas por valor de 600.000 millones de pesetas. Está descartada una subida de impuestos para ayudar a reducir el déficit.

El recorte final del gasto público puede ser menor si se mantiene el ritmo de crecimiento económico y los ingresos por impuestos siguen aumentando por encima de lo previsto.

Pero la reducción del gasto no será fácil. Será la mayor en 13 años de Gobierno del PSOE. El problema es que escueza lo menos posible. Se pretende recortarlo para cumplir el 4,4% de déficit sobre PIB este año y bajar al 3% el próximo, pero sin tocar el gasto social. Salvo estas partidas, no hay otra partida presupuestaria que no se.esté poniendo en cuestión, dicen las fuentes consultadas.

Las medidas que se barajan son: privatizar más empresas, recortar ayudas y deducciones a familias (por la compra de vivienda y gastos médicos) y a empresas. Asimismo, se cuenta con no cubrir unas 5.600 bajas de funcionarios que se jubilan este año y congelar los gastos ordinarios de los ministerios. Existe el compromiso con el Parlamento y el Banco de España de destinar el exceso de recaudación a reducir déficit.

Dudas con la inversión

Si al recorte previsto por el Gobiemo se añade la reducción a la que se han comprometido las autonomías, el recorte de déficit superará los 800.000 millones el año próximo (ver cuadro).

No está cerrada definitivamente la partida que se destinará a inversión en infraestructuras. De momento, ésta se mantiene como este año (más de 700.000 millones), pero hay dudas de si debe sufrir un recorte.

Con la subida de la inflación y la recién estrenada autonomía del Banco de España, el Gobierno tiene una mala perspectiva: que los tipos de interés suban entre medio punto y un punto. Se estima que ello encarecería el precio de la deuda entre 80.000 y 160.000 millones en el próximo presupuesto. La subida de tipos este año ya se ha comido buena parte de la reserva de gastos por valor de 400.000. millones aprobada en enero pasado.

Desde dentro y fuera de la Administración se afirma que el presidente del Gobierno, Felipe González, no dudará, ni atenderá esta vez las pretensiónes de algunos ministros de aumentar el gasto como hizo en 1992, año en el que se disparó el déficit.

Convergéncia i Unió (CiU), el aliado parlamentario del PSOE en esta legislatura, también tiene claro que el presupuesto de este año será "muy difícil", según ha declarado públicamente el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. En CiU dicen que habrá contactos en junio, aunque aun no hay fecha fijada, y el presupuesto se discutirá en septiembre.

El Gobierno ha dejado para el final la parte más dura del recorte. Hasta ahora la reducción ha sido suave. Según datos provisionales de Economía, en 1994 el déficit de la Administración central se redujo en 273. 000 millones (378.000 si se incluyen autonomías, diputaciones y ayuntamientos). En 1995 debe rebajarse en 244.000 millones, incuyendo todo el sector público.

El objetivo de reducir en 273.000 millones de déficit se ha logrado gracias a las cuentas de la Seguridad Social. El Gobierno no ha cumplido del todo en 1994, aunque se ha acercado y ha roto con los desfases de los últimos dos años. 1994 se ha cerrado con una desviación de déficit de 6.000 millones sobre lo previsto. Las autonomías también han cerrado con una ligera desviación de 1.000 millones por encima de lo previsto, según el avance de liquidación de 1994.

Confianza y aprobado

Los datos de déficit hasta abril no son buenos, aunque mejoran mes a mes. El déficit de la Administración central hasta abril ha sido 82.000 millones superior (13,7%) al del primer cuatrimestre de 1994. En abril, el superávit ha sido de 92.100 millones de pesetas y el Gobierno cuenta con los casi 200.000 millones ingresados por la venta de acciones de Repsol, aún no computados en los datos de déficit.

Economía es consciente de que en 1996, el recorte del déficit debe ser lo suficientemente importante como para lograr el aprobado de los mercados.

También se busca recuperar a los inversores extranjeros. Según datos del Banco de España, los extranjeros redujeron sus compras de deuda pública española en 785.000 millones de pesetas el año pasado, pasando de una cuota del 28,3% al 21,5% sobre el total. No olvidan que las recientes devaluaciones de la peseta han hecho evaporarse parte de su inversión.