Soldados tutsis causan una matanza en un campo de refugiados hutus en Ruanda

, Las matanzas en el campo de refugiados de Kibeho, al suroeste de Ruanda, han causado "varios miles" de muertos y heridos, según estima un equipo de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) que estuvo ayer en la zona. Las víctimas son en su inmensa mayoría refugiados hutus. Los testigos de MSF aseguran que "el ametrallamiento comenzó en la madrugada" y que "los disparos continuaban pasado el mediodía".

"Han sido los hombres del Ejército Patriótico Ruandés

[de mayoría tutsi] los responsables", manifestó el doctor Marc Gastellu, que contactó telefónicamente con el equipo de MSF evacuado del campo de Kibeho. Según este médico, los soldados de la. misión de la ONU "intentaron interponerse, pero al ser pocos, no pudieron hacer nada".

Los equipos de MSF, "en estado de choque por la carnicería humana que estaban presenciado impotentes, y al comprobar que no podían ayudar de ninguna manera a los heridos", evacuaron el campo junto a las otras organizaciones humanitarias, indica un comunicado difundido ayer por la organización. Miles de personas huyen actualmente de los campos de refugiados a través de la carretera entre Gikongoro y Butaré.

Los soldados tutsis comen2aron su avance por el campo esta semana con el objetivo de forzar a los refugiados a "que vuelvan a sus casas". Después de llevar a la práctica tal. invitación a sangre y fuego, "todo el mundo parecía dispuesto a abandonar el campo", según informaron fuentes de la Cruz Roja, que elevan a mil el número de muertos.

Los disparos, añaden estas fuentes, continuaban anoche contra todo aquel que osaba intentar romper el cercó que los soldados tutsis estrechan sobre los refugiados hutus en Kibeho.

Peleas a machetazos

El corresponsal de la agencia Reuter, Julian Bedford, que pudo acceder al campo, describía así la situación: "Kibeho era un auténtico caos desde el viernes por la noche. Los soldados tutsis disparaban sin cesar, los refugiados hutus estaban aterrorizados y algunos de ellos se enzarzaban en peleas a machetazos". El sábado al mediodía, la reportera contó unos 300 cadáveres, aunque confesó que no pudo acceder a la zona del campo donde se libraban los peores enfrentamientos.