Sigue la tensión entre España y Canadá pese a la retirada de las patrulleras norteamericanas

PRIMITIVO CARBAJO VigoLa tensión se mantuvo ayer en las costas de Terranova y en Vigo, pese a la firma del acuerdo pesquero entre Canadá y la Unión Europea. Canadá retiró sus patrulleras de la zona en la que se encuentran los pesqueros españoles, pero los propietarios de éstos piensan que el país norteamericano les mantiene bajo una estrecha y encubierta vigilancia. Para aumentar esa tensión, el guerrero ministro de Pesca canadiense, Brian Tobin, acudió ayer a recibir a las patrulleras al puerto de San Juan de Terranova para felicitarlas por su actuación (apresamiento del barco Estai, hostigamiento continuo al resto de barcos y, por último, decisión de atacar poco antes de alcanzar el definitivo acuerdo de la madrugada del domingo).

"Ha sido un detalle de mal gusto" señalaron fuentes diplomáticas españolas en Ottawa recordando que los mencionados navíos violaron la legalidad internacional con el apresamiento del Estai en aguas internacionales. España tiene previsto presentar en los próximos días (ayer era fiesta en Canadá) una nota de protesta ante el Gobierno de Ottawa por este motivo. Además, el embajador José Luis Pardos se quejará de los insultos vertidos contra los pescadores españoles por el alto comisario canadiense en Londres, Royce Frith. El representante de Ottawa ante la Unión Europea, llegó a llamarles criminales de guerra".

Respecto al dispositivo militar canadiense que fue evitado en el último momento, el representante de la Unión Europea en Canadá, John Beck, declaró ayer que "esas amenazas podrían haber causado mayores dificultade". "Lo último que habríamos aceptado hubiera sido una acción unilateral en alta rnar", añadió, sin confirmar ni desmentir si llegó a haber riesgo de confrontación en las horas previas a que se alcanzara el pacto.

"Diplomacia de los cañones"

De acuerdo con la versión facilitada ayer por la prensa canadiense, fue la "diplomacia de los cañones" (The Ottawa Citizen) la que permitió alcanzar el compromiso. Según The. Gloóbe and Mail, el mando marítimo canadiense mantuvo informados a los militares españoles en todo momento sobre los movimientos de sus barcos de guerra para evitar un enfrentamiento accidental. Sin embargo, el agregado militar español en Ottawa, el coronel César Pérez Santamaría, desmintió rotundamente a este diario que se hubiera producido ese contacto ni con él ni con Madrid.

Entre funcionarios y pescadores predominaba ayer el escepticismo sobre el respeto al acuerdo por parte de los españoles. El hecho de que la UE se haya reservado el derecho de intentar conseguir mayores cuotas de fletán en el futuro, y el rechazo al acuerdo por parte de los pescadores españoles, han levantado recelos en Canadá. El presidente del Sindicato de Pescadores de Terranova, Early McCurdy, teme que tan sólo se haya pospuesto el conflicto hasta la próxima reunión de la NAFO, el año que viene.

Los pesqueros que permanecen en la zona NAFO continuaron ayer faenando bajo la vigilancia de dos patrulleras españolas. Han pescado en torno a 5.500 toneladas de fletán sobre la cuota para toda la UE de 11.000 toneladas (8.800 para España y 2.200 para Portugal).

En Galicia, cundió la insatisfacción por el acuerdo. Los armadores gallegos, que se entrevistaron ayer en Madrid con el director general de Pesca, José Loira, subrayaban el hecho de que Canadá no deroga la ley, sino sólo el reglamento, por la que se arroga el derecho de capturar barcos de terceros países en aguas internacionales, manteniendo "incólume el principio que, de facto, le permite extender su soberanía más allá de las 200 millas y establecer un precedente que puede ser inmediatamente irnitado". Denuncian también que la UE se * desdiga de una decisión unánime de los 15 Estados respecto a las cuotas (de las 18.630 toneladas en 28 de febrero, a las poco más de 11.000 de ahora). Los armadores aseguran que están en juego 8.000 empleos, aunque el fletán supone menos del 5% del total.

Loira prometió a los armadores que la Administración está dispuesta a financiar otras pesquerías como la gallineta oceánica y la platija, sobre la que se espera que se levante la moratoria ahora existente. Asimismo, se ha hablado de la posibilidad de ampliar los caladeros y, en concreto, de mar de Barents, en el norte de Escandinavia.

El Ayuntamiento de Vigo (del PSOE) aprobó por unanimidad un texto en el que se refleja la indignación. del sector y de la población. "No queremos convertimos en meros consumidores de pescado", afirma. "Queremos seguir generando empleo y riqueza en nuestra tierra con un trabajo que por tradición y experiencia difícilmente puede ser superada por otros países. Que nos dejen trabajar en lo que sabemos. Eso es lo único que pedimos y exigirnos".