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CONFLICTO PESQUERO

La reconversion permanente

La inestabilidad: la búsqueda constante de nuevos caladeros hacen que cada vez haya menos barcos congeladores bajo pabellón español

La flota pesquera española de grandes barcos congeladores se halla inmersa durante los últimos 20 años en un proceso de reconversión y reordenación permanente, tanto en el número de sus unidades, como por la distribución de caladeros en los que faenar y su adaptación a nuevas pesquerías o técnicas de pesca.Se trata de una dura política de ajuste que supone perder barcos bajo pabellón español, pero que en los últimos cuatro años ha contado con unas subvenciones nacionales y comunitarias superiores a los 20.000 millones de pesetas para desguazar y, sobre todo, para colocar buques bajo otras banderas.

Desde el año 1990, a raíz del proceso de independencia de Namibia, la numerosa flota bajo pabellón español que operaba en aguas internacionales ha sufrido un descenso de 140 unidades, que para algunas pesquerías supone una caída en- sus activos de, hasta el 40%.

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Actualmente, un centenar de esos barcos se hallan faenando como empresas mixtas bajo pabellón de otros países, mientras para otras 26 unidades su destino final ha sido el desguace o la simple exportación a terceros Estados. Para otros barcos se buscaron otras salidas como asociaciones temporales de empresas o pesquerías experimentales.

El caladero del fletán en NAFO ha sido durante los últimos cuatro años una salida para 38 unidades de la flota congeladora a las que se tuvo que buscar una nueva pesquería. Pero, como ha sucedido tradicionalmente para la flota española de altura en aguas internacionales, la estabilidad no llega nunca. Tras los problemas de cuotas surgidos en ese caladero por la actitud de Canadá, el sector congelador español deberá proceder a un nuevo ajuste de sus unidades buscando salidas al menos para 20 de esos pesqueros.

De esa flota fletanera, tres barcos ya han solicitado el desguace, mientras otros cuatro se han dirigido a la Administración para participar en nuevas campañas experimentales a la búsqueda de nuevos caladeros o para la constitución de empresas mixtas. Para otros 15 barcos la salida más probable será la constitución de nuevas empresas mixtas, tanto en África como América del Sur y, especialmente, en Argentina.

200 millas

La primera gran reconversión de la flota congeladora se produjo a finales de los años 70 cuando la mayor parte de los países extendieron sus aguas jurisdiccionales hasta las 200 millas. Ello obligó a la eliminación de barcos y también a la búsqueda de nuevas salidas con la constitución de más de 120 sociedades conjuntas vía acuerdos con los países ricos en pesca y que permitieron seguir faenando a esas flotas, aunque bajo banderas de otros Estados. La fórmula de las empresas conjuntas inventada por España para dar ocupación a sus flotas ha funcionado hasta el punto de que la propia UE ha mantenido un sistema similar.

La segunda gran reconversión y readaptación de la flota congeladora se inició a comienzos de los 90 con la independencia de Namibia. Cerca de un centenar de barcos españoles debieron buscar nuevas salidas para su actividad. Unos se ubicaron como empresas mixtas en terceros países, algunos se desguazaron y otros se instalaron en nuevos caladeros como el del fletán.

Según los datos manejados por la Administración, entre 1990 y 1994 se ha procedido a la formación de 46 empresas mixtas donde se reubicaron 86 barcos congeladores. De esta cifra, 16 empresas mixtas con 35 unidades se constituyeron en Argentina, mientras el resto se reparten entre otros países como Marruecos, Chile, Angola, Mauritania, Mozambique, Namibia, Chile o Venezuela.

Esta reubicación de los barcos congeladores españoles ha supuesto para la Unión Europa unas subvenciones de 92,5 millones de ecus a los que se suman otros 21,3 millones de ecus aportados por la Administración española, lo que supuso unas ayudas totales de unos 20.000 millones de pesetas. Exportar un barco como el Esta¡ para constituir una sociedad mixta supondría en este momento para el armador una subvención de unos 340 millones de pesetas además de mantener la propiedad del mismo.

Para el director general de Estructuras Pesqueras, Rafael Jaén, las condiciones cambiantes de los caladeros internacionales han obligado a una situación de reordenación permanente para la flota congeladora en la búsqueda de nuevos caladeros con importantes ayudas financieras, tanto comunitarias como nacionales. Rafael Jaén, es partidario de reubicar los barcos en lugar de proceder al desguace de los mismos.

Con el fin de paliar el problema planteado tras la expulsión de la flota de Namibia, la Administración y las organizaciones de armadores llegaron a un acuerdo para poner en marcha en el año 1992 un plan para la reordenación de la flota congeladora en Galicia.

Política de reajuste

Este plan supuso la aportación de la Administración central de más de 7.000 millones de pesetas en subvenciones. Los resultados de ese plan se concretaron en el desguace de 13 unidades y la exportación libre de otras 13 unidades, dos barcos para campañas experimentales, nueve empresas por la vía de la asociación temporal y la redistribución de otros 23 barcos en diferentes caladeros.

En este momento, la política de reajuste en la flota congeladora tiene una importante salida vía el acuerdo suscrito por la Unión Europea con Argentina y que ha supuesto ya la constitución de 10 empresas mixtas y otras tres asociaciones temporales con la ventaja además de que toda la subvención es aportada por Bruselas. Rafael Jaén espera que Argentina se mantenga como una salida para reubicar otros barcos congeladores.

Finalmente, la política actual para ajustar la flota congeladora española se enmarca dentro del Plan de Flota, aprobado hace un ano por la Unión Europea, por el que Bruselas concederá a España hasta 1999 un total de 1.100 millones de ecus, equivalentes a unos 185.000 millones de pesetas.

De esta cantidad, aproximadamente el 35%, unos 65.000 millones, se deben destinar al ajuste de flota en el sector pesquero9 cantidad a la que se sumaría la aportación española que asciende al 30% del total. Exportar un barco a una empresa mixta supondrá una subvención similar a la concedida en los últimos años, con una media por barco superior a los 200 millones.

En conjunto, un ambicioso programa con un fuerte soporte financiero que tiene por objetivo esencial hacer menos duro el ajuste colocando barcos de pabellón español bajo bandera de terceros países, pero logrando que el control siga en manos de armadores nacionales, así como que las tripulaciones sean españolas y que los desembarcos de la pesca se hagan también en factorías españolas.

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