Cañerías de dióxido de carbono en los bosques

Los bosques de un pino típico de Carolina del Norte (EE UU) son escenario del mayor experimento del mundo respecto al cambio climático, que pretende reproducir las condiciones que van a sufrir los bosques si sigue aumentando la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. El denominado anillo FACE, un proyecto de la Universidad de Duke, comprende varias zonas en las que se han instalado cañerías verticales que emiten C02 un poco por debajo de la altura de la copa de los árboles.Las condiciones están estrictamente controladas por ordenador, según las características del viento y las turbulencias de la circulación del aire en el bosque, de forma que la concentración de C02 se mantenga en los parámetros deseados de aproximadamente el doble que la actual (700 ppm en vez de 350 ppm). Este control por ordenador es lo más difícil y lo que valida el experimento, que se prolongará al menos durante cinco años.

El anillo FACE no es el único experimento sobre plantas que se está haciendo en Carolina del Norte, estado que alberga el famoso Research Triangle, una exitosa simbiosis de universidades y empresas. Joseph Miller lleva 20 años estudiando lo que les pasa a las plantas de interés agrícola cuando sus condiciones de vida se ven alteradas por la contaminación. Su equipo pertenece al ministerio de Agricultura, y ahora se vuelca en experimentos para conocer la influencia sobre las cosechas de un aumento del dióxido de carbono, como ya lo hizo en el pasado con la lluvia ácida, los rayos ultravioleta que deja pasar el adelgazamiento de la capa de ozono, o el ozono atmosférico.

En este departamento se han diseñado unas cámaras circulares de paredes de plástico y sin techo que se sitúan en los campos y en las que se hacen crecer las plantas en condiciones controladas (el aire entra filtrado y dopado al nivel del suelo) según los tipos de suelo., fertilización y demás. "Estamos intentando detectar cuáles serán los perdédores económicos, en el calentamiento global" explica Miller, porque ya sabemos que los cambios no serán totalmente evitables y pretendemos minimizar sus efectos determinando cuáles serán las plantas que menos sufran o buscando plantas más resistentes con métodos incluso de ingeniería genética".

La vida de las plantas

Miller recuerda que la adaptación natural de las cosechas a nuevas condiciones atmosféricas no resulta realizable porque las cultivadas no se reproducen en el campo sino que se utilizan semillas nuevas anualmente por lo que no se puede esperar que funcionen los mecanismos de la evolución.

Las plantas, los organismos vivos que dieron lugar a los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, cuya quema está desequilibrando la atmósfera, juegan también un papel crucial en el cambio climático achacado a estos combustibles fósiles. En relación al carbono, las Plantas tienen dos funciones: en la de fotosíntesis absorben CO2 y emiten oxígeno mientras que en la de respiración sueltan carbono y absorben oxígeno. El balance neto es de absorción de CO2, lo que les convierte en uno de los agentes activos en el equilibrio atmosférico y el cambio climático.