El efecto de los aerosoles de azufre
Otra línea de investigación que está en pleno apogeo es el efecto de las emisiones de azufre -causantes de la lluvia ácida y procedentes en su mayor parte de las centrales térmicas y otros procesos industriales-.El contenido de azufre en la atmósfera sobrepasó en 1950 el nivel natural (en 1920 en el hemisferio norte) y ahora los estudiosos de la atmósfera están viendo que su permanencia en forma de gotitas (aerosoles sulfatados) en la atmósfera influye en la balance neto de la radiación del calor de la Tierra hacia el exterior.
La teoría actual es que estos aerosoles van contracorriente del calentamiento, o sea que, como las nubes, tienden a frenarlo. Teniendo en cuenta que tienen otros efectos muy perjudiciales y que la disminución de las emisiones de óxidos de azufre se está logrando con cierto éxito en los países desarrollados no es probable que sea un arma a utilizar para evitar el cambio climático.
El efecto, además, señalan los especialistas, es muy heterogéneo, depende mucho de dónde se produzcan y trasladen por la atmósfera.
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