Sobre el Archivo Histórico Nacional

Soy de Salamanca, pero mi abuelo nació en Girona y padeció, 10 anos de cárcel y persecución franquista. Por ello no me resulta difícil comprender los sentimientos salmantinos y catalanes sobre los documentos del archivo de la guerra.Sin embargo, como historiador de la contienda, visitante casi a diario del Archivo de Salamanca, no puedo permanecer callado. La decisión del traslado es de alta política pura y dura. Resulta un poco triste ver que el Gobierno de toda España estimule que algo deje de ser de todos los españoles. Hablan de la creación del archivo de la democracia. ¿Con qué fondos? ¿Con los del AGA de Alcalá?

Es dudoso que los catalanes tengan algún derecho sobre los legajos: 214 de los 507 legajos en disputa fueron encontrados en Madrid, Aragón o Santander, y en ellos hay cosas de lo más diverso. Un ejemplo: los papeles del Consulado de España en Washington. De lo que menos hay es del Parlamento y del Gobierno de Cataluña.

Cierto que los fondos fueron incautados en la guerra, pero eso lo hicieron los franquistas y también otros; el Archivo de la Corona de Aragón, en Barcelona, se enriqueció en 1937 con otros dos archivos y en 1939 con los Fondos Notariales de Pedralbes. ¿Piensan devolverlos?

Romper la unidad del archivo impediría, al dispersar la documentación, el cobro de pensiones e indemnizaciones a los prisioneros franquistas (no sólo los de la guerra) y a sus viudas. ¡El Gobierno ya no cuida ni de su base electoral!-