La Unesco relanza en Sevilla su red mundial de 324 "laboratorios de desarrollo sostenible"

RAFAEL RUIZ Las reservas de la biosfera de la Unesco -324 en 82 países- tendrán un reconocimiento legal mundial y un sistema periódico de evaluación, según los acuerdos a los que han llegado más de 400 expertos, reunidos en Sevilla toda, la semana para relanzar la eficacia de estos espacios. Tomás Azcárate, presidente del Comité Internacional del Programa Hombre y Biosfera de la Unesco (MAB), señaló ayer, al término de la reunión: "Los estatutos y la Estrategia de Sevilla serán valiosísimos para el funcionamiento de esta red de auténticos laboratorios de desarrollo sostenible".

Pierre Lasserre, director del departamento de Ciencias Ecológicas de la Unesco, subrayó: "La conferencia de Sevilla supone un giro para constituir una red operativa con un marco estatutario del que carecía hasta hoy". Efectivamente, los estatutos elaborados en Sevilla especifican unos requisitos mínimos a cumplir por los espacios declarados reservas de la biosfera, cosa que hasta ahora no sucedía y les había quitado rigor. El objetivo principal de las reservas es proteger la naturaleza, facilitando a la vez el desarrollo sostenible de la población local y la investigación y educación ambientales. Los estatutos prevén un sistema para expulsar de la lista aquellas zonas en que no se cumplan estos requisitos.Ha sido precisamente esta posibilidad de desclasificación la que ha perseguido durante toda la semana a un espacio español: las Tablas de Daimiel. Más como un, rumor que se ha alimentado a sí mismo que como una intención declarada de la Unesco. Pero tan fuerte fue el rumor que el alcalde de Daimiel, José Manuel Díaz Salazar, se trasladó alarmado a la clausura de la conferencia para que figurara en acta su punto de vista: "En nombre de los 30 municipios incluidos en la reserva de la biosfera de la Mancha húmeda quiero pedir que en ningún momento se avale la descatalogación de la zona. Sería firmar su defunción y dar por perdida cualquier recuperación. El título debe servir para hacer mayores esfuerzos para recuperar las tablas".

Cristina Narbona, secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda, le echó una mano: "Vamos a invertir 1.200 millones de pesetas en restaurar las zonas desecadas de la Mancha húmeda; que se unirán a los más de 4.000 millones de la nueva depuradora de Alcázar de San Juan". Se refirió también a un estudio en el que se ha hallado que "el origen auténtico de la sobreexplotación de los acuiferos ha sido el abastecimiento a fincas dedicadas sólo parcialmente a la agricultura".

Protestas ecologistas

Entre los apretados discursos que llenaron la mañana final de la conferencia, Daimiel y Doñana se alzaron con el protagonismo, para sorpresa de los organizadores de la Unesco. La Confederación Ecologista Pacifista Andaluza (CEPA) aprovechó para extender una pancarta fuera y dentro del auditorio y repartir panfletos protestando por lo que consideran graves peligros para el Parque Nacional de Doñana, que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco: el embalse de Andevalo, la presa esclusa en el estuario del Guadalquivir y la carretera norte entre Hinojos y Lebrija. Desde la dirección de DOñana se reconoce que la presa del Guadalquivir, que quieren los arroceros para asegurar sus regadíos, "puede tener impactos enormes sobre el parque; y hay que pensárselo mucho antes de hacerla". Doñana atraviesa, por cierto, uno de sus peores años por falta de agua. Tanto que muchos de los participantes en el congreso -que visitaron el parque el jueves como excursión estrella de la organización- se mostraron "algo decepcionados".

Narbona también salió a la palestra: "Esa presa no es una amenaza real; ahora es sólo una hipótesis. No está en absoluto decidido que se haga". Señaló que hay otra necesidades más urgentes, y en ello está. Anunció otra depuradora: la de El Rocío.

Manuel Pezzi, consejero de Medio Ambiente de Andalucía, quiso aportar sus propios anuncios. Contó que, aparte de la Sierra de las Nieves (Málaga), la Junta va a pedir que también sean reservas de la biosfera Cabo de Gata-Níjar (Almería) y una zona transfronteriza con Portugal en la desembocadura del Guadiana.

Respecto a los estatutos y la Estrategia de Sevilla, las organizaciones ecologistas que han asistido al congreso criticaron "que no se hayan arbitrado mecanismos de intervención de la Unesco ante atentado ecológicos y amenazas a las características básicas de las reservas". Concha Juanola, del Consejo Ibérico de Defensa de la Naturaleza, habría querido pautas y plazos más concisos. Puso el ejemplo de Menorca, reserva de la biosfera desde hace año y medio: "La declaración sólo ha servido para promocionar el turismo con una etiqueta de calidad. Pero todavía no se ha hecho un plan de ordenación del territorio que evite la especulación urbanística".