Ideas para 211 millones de hectáreas

Los expertos reunidos durante una semana en Sevilla han dado a luz varios documentos pactados sobre principios genéricos de cómo gestionar las reservas de la biosfera. Quizá no se pueda entrar en muchas concreciones cuando se está hablando de una red de espacios que abarca 211 millones de hectáreas en los cinco continentes. En los textos finales se insiste en "reflejar más plenamente las dimensiones humanas de las reservas de la biosfera para facilitar el desarrollo sostenible de las poblaciones locales". El agolpamiento de propuestas que se produjo en la última hora de la conferencia internacional hace pensar que muchas cosas se quedaron en el tintero.Gonzalo Halffter, director técnico de la conferencia, apuntó que entre los grandes problemas actuales de las reservas figuran, en los países desarrollados, el abandono del campo, la pérdida de población rural. Puso como ejemplo de buen hacer en este aspecto el parque de Cevennes, al sur de Francia. Destacó también el problema de los grandes movimientos de miles de refugiados que se producen en África y afectan a espacios protegidos.

El representante de Nigeria pidió a la Unesco que todo el continente africano sea declarado reserva, "como llamada de atención de las graves amenazas que acechan a la población, la flora y la fauna".

Hubo también un recuerdo para las zonas afectadas por la guerra en Kuwait y Croacia; y se pidió a la Unesco una declaración contra la militarización de las reservas. Si Honduras solicitó una reunión mundial con. las poblaciones indígenas, que son el auténtico corazón de las reservas latinoamericanas, desde Estados Unidos se dejó caer la posibilidad de cambiar el nombre del Programa Hombre! y Biosfera de la Unesco -programa en el que están incluidas las reservas- por el de Humanos y Biosfera, mucho más correcto políticamente.

La Estrategia de Sevilla, que pretende dar nuevo brío a las reservas -han tenido que pasar 12 años para convocar de nuevo una reunión de todos estos espacios a alto nivel-, también recoge propuestas novedosas. Una de ellas: ampliar la red a "las periferias de las grandes ciudades" y "al medio ambiente costero y marino".

Canadá alertó de un riesgo últimamente se pone tanto el acento en el desarrollo sostenible que la conservación de la biodiversidad está pasando a un peligroso segundo plano.