_
_
_
_
_

El Banco de España pagó anónimamente el 50% de la restauración de la basílica de Montserrat

Francesc Valls

El Banco de España ha aportado 190 millones, la mitad del importe de la restauración de la parte renacentista de la basílica de Montserrat. Anteayer la inauguró elpresidente de la Generalitat, Jordi Pujol. La identidad del mecenas se ha mantenido en secreto, según fuentes de la Generalitat, por voluntad del donante. El Banco de España ha aceptado de buen grado esta expiación. Los motivos de la entidad emisora se desconocen. Para los nacionalistas, la inconveniencia era clara: que figurara el término España en el Santuario Nacional de Cataluña, subrayan las citadas fuentes.

La noticia sobre un "donante anónimo" saltó en octubre de 1991, un mes en el que las aguas del nacionalismo estaban agitadas. Las repúblicas bálticas alcanzaban su independencia de la extinta Unión Soviética, y en los ayuntamientos Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) impulsaba mociones a favor de la independencia de Cataluña. "Incluso los carteles anunciando el patrocinio del Banco de España estaban preparados, pero se paralizó todo; mientras han durado las obras se ha llegado a ocultar la procedencia de algunas partidas de material que pudieran resultar delatoras", declararon fuentes conocedoras del caso.El Banco de España había sufragado, con vistas a 1992, algunas restauraciones, como la de una de las capillas de la catedral de Sevilla. Esa actuación ascendía a 190 millones, el mismo montante que la inversión hecha en Montserrat. En Sevilla sí figuraba públicamente el nombre de la entidad como patrocinador.

Pero en Cataluña, en ese periodo, dominaban en los ambientes políticos las comparaciones con Lituania. "No sé por qué razón el Banco de España se avino a aceptar este juego, puesto que la gracia del mecenazgo está precisamente en aparecer públicamente como tal", declaró una de las fuentes consultadas. Otra aseguraba que algo debía de haber pactado el banco emisor, del que entonces era gobernador Mariano Rubio, quien aún no había sido procesado.La gestión para conseguir esa aportación del Banco de España partió de la comunidad benedictina, aunque luego tomó las riendas la Generalitat, que aporta el otro 50% de los 380 millones a que asciende el costo de las obras.

Los monjes han mantenido una actitud de absoluto hermetismo respecto a este asunto. Pero eso no supone que se identifiquen con lo sucedido. En los últimos años han surgido discrepancias entre el Gobierno de la Generalitat y Montserrat. Los nacionalistas catalanes han visto Montserrat como una seña de identidad que consideran parte de su patrimonio.

Los 20 años de la fundación de Convergencia Democrática se celebraron en noviembre ante el monasterio, y ello provocó alguna discrepancia con la comunidad de 85 benedictinos. No es extraño, puesto que los monjes se han negado a que se hiciera uso partidista del recinto.

Eso le sucedió al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, quien quiso comenzar la campaña de las autonómicas catalanas de 1984 en Montserrat. El entonces abad, Cassiá Maria Just, les permitió la entrada a él y a su séquito, pero no a las cámaras de televisión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El pasado viernes, el propio presidente de la Generalitat renovó los votos nacionalistas del monasterio -cuya basílica fue fundada hace más de 400 años- con la frase: "Confiamos en que Montserrat seguirá siendo fiel a la vocación que ha mantenido durante siglos de contribuir a configurar un sentimiento de país".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_