''Oscar' de piedra

La Universidad de Alcalá de Henares (166.00 habitantes) ha ganado el Premio Europa Nostra a la protección del patrimonio arquitectónico, el oscar a la rehabilitación de edificios históricos. La asociación Europa Nostra, dependiente del Consejo de Europa, de anualmente siete estatuillas, medallas en este caso, sin dotación económica. Este año, dos han sido para España la otra la ha ganado el Ministerio de Obras Públicas, Turismo y Me dio Ambiente por su programa de rehabilitación de teatros del siglo XIX- tras competir con más de 200 candidatos de 17 países del Viejo Continente. La reina Sofía entregará estos galardones a los ganadores españoles.

La universidad que abrió sus puertas en 1977- ha obtenido el premio por recrear el campus urbano de la Alcalá del Siglo de Oro, rescatando los viejos edificios de la Universidad de Cisneros, que en algunos casos comenzaban a ser abandonados tras ser utilizados durante décadas como cuarteles y cárceles, consiguiendo que los estudiantes vuelvan a ocuparlos y revitalizando el extenso casco histórico, casi 80 hectáreas, de la ciudad.Hacia un decorado fantasmal

No es un premio sólo a esta institución, sino a una ciudad que siempre ha estado orgullosa de su universidad. No en vano fueron los alcalaínos de a pie los que compraron por 1.000 reales, tras formar la sociedad de Condueños, toda la manzana fundacional -donde está la famosa fachada plateresca- cuando en 1836 se cerró la universidad que creó Cisneros al expirar el siglo XV. Su objetivo era conseguir que volviese a su uso original. Y lo consiguieron., Esta manzana, con su capilla y sus tres colegios, que hoy son rectorado, paraninfo y parador nacional, forma parte de la lista de nueve edificios que la universidad presentó en su candidatura al Europa Nostra.

A finales de los setenta, el casco histórico de Alcalá corría el peligro de convertirse en un decorado fantasmal. Así lo recuerda el alcalde, Florencio Campos, que hoy está seguro de que Alcalá será para Madrid lo que Santiago es 'para Galicia. El rector alcalaíno, Manuel Gala, recuerda que pidió un mapa de la ciudad y dijo: "¡Hay que ocuparla!", convencido de que recuperar un edificio histórico como documento de pasadas glorias es demasiado caro e inútil y de que la universidad podría asegurarles una función acorde con sus canas. Así, el Colegio de Jesuitas que sirvió de cuartel, se convirtió en Facultad de Derecho, y el de Málaga, en la de Filosofía y Letras. Otros renacieron con usos culturales, como el, colegio de San Cirilo, que fue cárcel de mujeres y hoy es un auditorio; el de los irlandeses, sede de una fundación; o el del Rey que hoy alberga al Instituto Cervantes. Gala aseguró ayer que esperaba que "sus compañeros en tan magnífico viaje [los ministerios de Obras Públicas, Defensa, Justicia y Educación, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento complutense] también se sintiesen premiados". Y que sigan apostando por el proyecto, ya que aún hace falta dinero para convertir el colegio de los Basilios en escuela de posgrado para músicos, o la Casa de los Lizana en residencia de visitantes ilustres. El noveno edificio está en Guadalajara, y es una de las últimas adquisiciones de la universidad: la iglesia de los Remedios.

Han sido más de diez años de trabajos de rehabilitación, coordinados por una oficina que creó la universidad y el antiguo MOPU. Se han invertido más de 3.500 millones.