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Las editoriales intentan evitar que la fuerte subida del papel dispare el precio de los libros

El incremento ha sido de más del 50% y puede llegar a haber escasez de materia prima

En el último año y medio, el precio del papel se ha incrementado en más del 50%. No es raro que los editores estén preocupados. Vienen malos tiempos y, mientras las editoriales fuerzan la imaginación para intentar evitar que la crisis dispare el precio del libro, la situación se complica con el anuncio de una nueva subida para las próximas semanas. El aumento del precio del libro seve ya como inevitable para antes del verano, pero hay quien va más allá y teme ya por una escasez de papel después de unos años de abundancia y precios estables. Malos tiempos para la edición.

Las cifras del papel editorial no admiten dudas: Planeta gasta al año unas 10.000 toneladas; el grupo Santillana, unas 7.000; Plaza y Janés, alrededor de 5.000. Anagrama publicó en 1994 un total de 893.000 libros; Planeta, unos seis millones. Son, sin duda, grandes cifras y no sorprende por tanto que preocupe la subida del papel.Los editores suelen trabajar con papel fabricado a partir de pasta química. El kilo valía en los últimos tiempos unas 92 pesetas. Ahora ya vale entre 140 y 160 y se anuncia una nueva subida para marzo.

"Un incremento tan fuerte del papel es para preocuparse", afirma Fermín Vargas, director general de Alianza Editorial, "y más en un país como España en el que los índices de lectura no son demasiado altos. Procuraremos, a pesar de todo, que el aumento del precio del papel no repercuta en el del libro y, en este sentido, puedo decir que, en algunas colecciones, como en Alianza Cien, mantendremos los mismos precios".

" La subida del papel ha sido muy elevada", considera Vargas, "y lo será todavía más. A la larga se tendrá que subir el precio de los libros, cosa que ya ha pasado con el incremento del IVA, que pasó del 3% al 4% el 1 de enero. Pero será la subida mínima que podamos".

Huelga

La preocupación por el aumento de precios se ha agravado en los últimos días con una huelga salvaje en la principal productora de papel de la Columbia Británica. Los editores norteamericanos han puesto la vista en el mercado europeo para conseguir papel, lo cual ha originado un fuerte descenso de las existencias y una seria amenaza de desabastecimiento.

Carmen López, responsable de producción de Anagrama, ve el futuro con preocupación: "El incremento repercutirá a la 'larga y, aunque de momento mantenemos los mismos precios, en el futuro habrá que reformarlos. El papel ha subido mucho después de mantenerse durante los últimos años, y por fuerza lo notaremos".

"Lo que ha pasado", explica Carmen López, "es que antes había crisis editorial y no se consumía demasiado papel, pero el incremento de los últimos meses, sobre todo con la multiplicación de ediciones de quiosco, ha aumentado la demanda de papel y ha desembocado en un fuerte aumento de precios".

Carmen López considera que, ante la huelga de la papelera de la Columbia Británica, la más importante a escala mundial con 14.000 trabajadores, la situación se ha complicado y se están dando ya muestras de especulación pura y dura". "Si la huelga dura 10 días más", añade, "se acabarán las existencias almacenadas en Europa y habrá problemas de abastecimiento".

Joan Tarrida, director de creación editorial y de producción de Plaza y Janés, no ve el panorama con tanta preocupación. "Lo único que se puede hacer ante la subida del precio del papel es negociar, afirma. "Las empresas grandes como Plaza y Janés podemos pactar condiciones de precio y buscar formas de financiación. No queremos rebajar de, ninguna manera la calidad del papel ni aumentar el precio de los libros. Supongo que las editoriales pequeñas lo notaran más que las grandes, ya que nosotros trabajamos con fabricantes y no compramos papel a los almacenes".

Emiliano Martínez, consejero delegado de Santillana, ve, sin embargo, un futuro negro. "Según nuestros datos", informa, "en un año y medio el papel que usamos ha subido el 68% y parece que en marzo se anuncian nuevas subidas. ¿Qué haremos? Pues, inevitablemente, el precio de los libros va a subir porque tenemos que repercutir el aumento de papel, pero no lo haremos de una sola vez, sino de manera gradual".

La subida general del precio del libro se considera que llegará antes del verano y se situará, a juicio de algunos editores, en torno al 20%. "Es una mala noticia para el lector", opina Emiliano Martínez, "ya que el libro le costará más, y también para el editor porque una parte de la subida del papel no se la vamos a repercutir al consumidor".

"Históricamente, hay ciclos en el comportamiento de los precios del papel", explica Emiliano Martínez. "Lamentablemente, estamos entrando en uno muy fuerte y muy negativo. Tendremos que pasar la crisis como se pueda y procurar que no se dispare el precio del libro".

Optimización

Javier Armenter, director de operaciones de Planeta, enfoca así el problema: "La subida del coste del papel ha sido muy importante durante el ejercicio de 1994, y se esperan nuevos aumentos, si bien no de forma relevante. En nuestro caso, la incidencia de los costes de la materia prima en los precios finales de nuestros productos ha sido inexistente, dado que hemos tratado de compensar estos mayores costes con los beneficios derivados de otras medidas. Entre éstas destacaría la optimización de los recursos y mejoras de productividad.

Los editores, a pesar de las cifras, se esfuerzan en conseguir que el precio del libro no llegue a niveles alarmantes que retraigan al lector. Algunos habían optado en los últimos meses, cuando el precio todavía era asequible, por almacenar papel para aguantar hasta este año. Hoy, sin embargo, la situación se ha vuelto más complicada.

Forzar la imaginación

La fórmula de los editores para abaratar coste! es forzar la imaginación. Ya lo han hecho en los últimos años, cuando han dirigido la vista al extranjero para imprimir algunos libros, especialmente, los ilustrados. Singapur, Hong Kong, Colombia y Eslovenia se han convertido en lugares familiares para algunos libros españoles.En 1991, por ejemplo, Hong Kong exportó libros a España por valor de 9 millones de pesetas, mientras que esta cifra ascendió a 11 millones en 1992. Singapur, por su parte, subió de 191 millones en 1991 a 224 millones en 1992, de acuerdo con datos de la Federación Española de Cámaras del Libro.

En Anaya-Grandes Obras, el 80% de los títulos de la colección se imprimía en países asiáticos hace un, par de años. Y la tendencia continúa. Se obtiene, explican, los editores, una calidad parecida y unos precios de impresión más baratos, aunque no pueda burlarse el incremento del precio del papel.

En el mercado intemacional ha sido la editorial Taschen, especializada en libros de arte, la que ha multiplicado esta tendencia. El precio del papel, sin embargo, flota ahora como una amenaza que no parece que pueda evitarse saltando fronteras.

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