La oposición israelí llama al pueblo "a las barricadas" para derrocar al Gobierno
El proceso de paz en Oriente Próximo ha quedado en entredicho tras el atentado palestino de ayer, que costó la vida al menos a 19 personas y causó más de medio centenar de heridos, y la oposición se ha apresurado a exigir la dimisión del Gobierno de Isaac: Rabin. El líder del partido derechista Moledet (Patria), el general retirado Rejaban Zehevi, llamó al pueblo "a las barricadas" contra Rabin "para evitar la aniquilación de Israel".
El Gobierno israelí decidió a última hora de ayer tarde mantener las negociaciones de paz con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a pesar del, feroz atentado. El presidente de la República, Ezer Weizman, había dicho poco después de conocer la noticia de la matanza que a su juicio las negociaciones deberían suspenderse temporalmente. Rabin, también responsable del Ministerio de Defensa y de todos los organismos de seguridad de la nación, convocó en sesión extraordinaria al Gabinete para analizar la situación. Varios de los ministros se manifestaron en contra de seguir adelante con las conversaciones con Arafat. En medios policiales se temía una acción de represalia por parte de extremistas israelíes. "Es muy difícil negociar la paz en estas condiciones", declaró el ministro de Medio Ambiente, Yosi Sarid.El presidente de Israel, Ezer Weizman, quien hace unos años fue el primer político israelí que se manifestó en favor de unas negociaciones de paz con la OLP manifestó: "Debernos detenernos [en el proceso de paz] para ver qué hacemos". 'Llegamos a una línea roja, y el Gobierno debería consultar con la oposición y, por supuesto, con las fuerzas de seguridad, para saber hacia dónde vamos", dijo a la prensa el presidente, que tiene la obligación constitucional de mantenerse por encima del debate político. Rabin, que cuenta con una frágil coalición de Gobierno, se negó a hacer comentarios. "No me referiré a las declaraciones del presidente", replicó el primer ministro a los periodistas que le interrogaban.
El Partido Nacional Religioso (MAFDAL) invitó a la coalición de Gobierno -formada por el Partido Laborista, el frente pacifista Merets y un grupo de derechas denominado Yehud- a "disolverse y a anticipar las elecciones", previstas para 1966.
"El pueblo debe levantarse contra este Gobierno para que retroceda o se marche a su casa", declaró un diputado del MAFDAL, antes de aclarar que no se refería a "una sublevación violenta, sino a protestas pacíficas
El líder de la OLP y presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, afirmó que el atentado de los integristas islámicos "ha tenido por objeto asesinar la paz". Fuentes de los servicios de seguridad palestinos en Gaza anunciaron que se iban a practicar detenciones entre los militantes de la Yihad Islámica.
El segundo de Arafat, su ministro de Planificación y Cooperación, Nabil Shaat en la ANP, destacó que el atentado se produjo en momentos en que "hay signos positivos en las negociaciones para la liberación de presos palestinos". El ataque de ayer puede causar una postergación indefinida en la excarcelación de unos mil presos palestinos, prevista para finales de este mes, con motivo del comienzo del mes musulmán de Ramadán.
Israel y la OLP negocian actualmente la retirada militar de las ciudades de Cisjordania ocupada para ampliar la autonomía de más de un millón de habitantes palestinos, bajo la férrea oposición de los integristas islámicos y de los colonos de los asentamientos judíos de ese territorio.
El presidente de EE UU, Bill Clinton, pidió que se responda a este último episodio de violencia redoblando los esfuerzos de paz. Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, calificó el atentado de "abominable y suicida".
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