Cotillones ilegales

En la página 4 de El País Madrid, del pasado 31 de diciembre, se publica una columna que bajo el título La lista de ilegales cita 37 fiestas de Nochevieja, que según la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Discotecas y Variedades carecen de permisos; en dicha lista, y en el apartado correspondiente al municipio de Guadarrama, aparece relacionado el bar Reciclaje.Como quiera que en el local denominado Reciclaje, que regentamos los firmantes del presente escrito, no se ha tenido nunca ni la más mínima intención de celebrar fiesta alguna, sino de abrir nuestro establecimiento en idénticas condiciones que el resto de los días, entendemos que nuestra inclusión en la citada relación se trata de una burda y mal intencionada maledicencia con el único ánimo de introducir confusión y malestar entre las personas que habitualmente comparten su diversión con nosotros, todo ello en el marco que estimamos totalmente absurdo, de una pretendida campaña de defensa de la competencia por parte de alguna supuesta reina de la noche guadarrameña y de alguien más.

Es por ello que en legítima defensa del buen nombre de nuestro local, le rogamos de amparo al presente escrito aclaratorio de la absoluta legalidad en la que se desarrolla nuestro trabajo, trabajo que se ve sobradamente compensado con la excelente acogida que tiene por nuestra clientela, de la que podemos presumir que es la mejor de la sierra.- José Luis Cruz Medrano y José A. Seijo Díaz.

En la sección

Madrid del día 2 de enero donde se hablaba sobre las fiestas trampa de Nochevieja se mencionaba especialmente una celebrada en las oficinas ATAIO, en el número 10 de la calle Enrique Larreta. Se hizo hincapié sobre los destrozos ocasionados por los jóvenes, cuando en realidad éstos fueron mínimos, pero, sin embargo, no se habló de lo más importante: a) señalan en el artículo que en el local había 500 personas, cuando en realidad nos encontrábamos más de 2.000 personas y había entradas vendidas con una numeración bastante superior a 3.000. Como consecuencia de haber tanta gente en el local y carecer éste de aire acondicionado se produjeron varios desmayos a causa del calor; b) el local carecía de salidas de emergencia y la única salida existente era la principal, a la que se accedía por un largo pasillo de tres metros de ancho, y a esto hay que añadir el peligro de que todo el local estuviese enmoquetado; c) en un determinado momento las personas que se encontraban en la barra, al no poder atender a toda la gente empezaron a repartir botellas de alcohol; d) los espectáculos anunciados, tales como karaoke o el grupo musical, no llegaron a producirse; e) los incidentes no se iniciaron, como se señala en el artículo, cuando la gente pidió que se le devolviese el importe de la entrada, sino que el desconcierto se produjo cuando la gente bajó al ropero y se encontró los abrigos esparcidos por todo el sótano, algunos de ellos sobre charcos, habiendo desaparecido prendas, bolsos, carteras, dinero... No había ningún responsable a quien reclamar, sólo estaba la policía.Lo más indignante de todo es el que se hubiese permitido la celebración de esta fiesta después de no haber sido autorizada y siendo respaldada por firmas tan importantes como Ballantines, Galerías o Pachá.- Arancha López Villarrubia.