La Unión Europea pone la primera piedra para armonizar las leyes sobre la droga
Un estudio de la Comisión revela que la dispersión da ventajas al narcotráfico
Un gran narcotraficante detenido en Bélgica pagará su delito con un máximo de 5 años de prisión. El mismo delincuente se expondrá a pasar 15 años de su vida entre rejas si cae en Alemania. Y a cadena perpetua si es apresado en el Reino Unido.Un drogodependiente belga no podrá acudir a las instalaciones de El Patriarca en su país, que las cerró por malos tratos y pésimas condiciones higiénicas" pero sí a las que la misma asocíación mantiene en España (no en Cataluña, donde está prohibida).
Un consumidor italiano de droga se arriesga a una sanción administrativa. Si es danés puede ir dos años a la cárcel, pero si vive en Copenhague acudirá libremente, como en Zúrich, a un parque-gueto para pincharse. Si es holandés fumará libremente un porro en las coffee shops cercanas a las fronteras. Y pagará impuestos por ello, ¡aunque el consumo de hachís sea ¡legal!
Estos ejemplos evidencian una auténtica Babel en la política de prevención de las toxicomanías y represión del narcotráfico en la Unión Europea (UE).
La dispersión de las leyes y las políticas de los Doce -muy pronto Quince- sobre la droga facilita la estrategia de los narcotraficantes,, sobre todo poríque las fronteras interiores están cando aceleradamente. Y perjuica a los afectados, que no encuntran tratamientos coherentes médico-hospitalarios en tos los países. Éstas son dos de las principales conclusiones de un trabajo de campo encargado por la Comisión Europea al experto español Santiago de Torres, ex subsecretario de Cultura y Asuntos Sociales y antiguo director general del Plan Nacional sobre Droga.
De Torres ha concluido que todos los países de la UE reclaman una aproximación de legislaciones para prevenir la drogadicción y luchar contra el narcotráfico. Una mayoría considera imprescindible llegar a un convenio y a una directiva "que obligue a modificar las leyes". La política comunitaria sobre droga alcanzará este año dos metas volantes de importancia. Una, la entrada en funcionamiento del Observatorio Europeo de Drogas, en Lisboa, que redactará anualmente un informe sobre las tendencias del consumo, incautaciones, fabricación de percusores químicos (sustancias que convierten la coca en cocaína, por ejemplo), y permitirá así homologar datos y conocer la eficacia de las distintas políticas.Otra, la discusión en Bruselas del informe elaborado por De Torres, lo cual podría culminar en la convocatoria de una conferencia europea con los 150 expertos consultados de la que se extraería la resolución de si conviene o no elaborar un convenio europeo sobre droga y, en su caso una directiva, que den paso a la armonización. Mientras tanto, las diferencias de trato en cada país a los narcotraficantes y a sus víctimas persistirán.
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