Resultados de un largo viaje
Un experto de la Comisión Europea, el español Santiago de Torres, ha visitado los 12 Estados miembros -ahora acudirá a Austria, Finlandia y Suecia-, donde se ha entrevistado con unos 150 responsables y expertos en políticas de droga, prevención y represión. Éstas son algunas de sus conclusiones:Aproximar leyes. Todos están de acuerdo en que conviene reducir las actuales diferencias entre las leyes nacionales. La dispersión normativa perjudica la eficacia en el tratamiento de la droga
Blandas y duras. Se tiende a aceptar que debe diferenciarse el tratamiento legal de las distintas sustancias según su peligrosidad.
Efecto del sida. La aparición del sida ha impulsado la aceptación de la política de disminución de riesgos, por ejemplo mediante tratamientos con metadona o distribución de jeringuillas. Los que más se oponían a la idea de "dar droga al drogadicto" modifican sus posiciones. Entre ellos, el Reino Unido o Italia, donde 15.000 toxicómanos son tratados con metadona.
Subdesarrollo. Los europeos priorizan la cooperación con los países productores con políticas de cooperación al desarrollo que fáciliten la sustitución de cultivos.
Prevención. Incluso los países más represores empiezan a inclinarse por la política de prevención. La conciencia de que ésta tiene un techo de eficacia es creciente. Y la vieja creencia en que es posible aislar un país de la droga mediante la represión cede paso a la realidad: el cargamento que entra en Galicia llega fácilmente a Francfort.
Divergencia. Algunos creen que aproximar normas no exige una directiva, aunque por distintas razones: el Reino Unido quiere que todos se aproximen, pero a sus niveles de dureza y Holanda propone que todos se acerquen a su alto nivel de tolerancia. La mayoría del resto está a favor de una directiva por los buenos resultados de la directiva sobre blanqueo de dinero o la de precursores químicos.
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