Piedra frágil

Con la inauguración del año del siglo del cine, la Unesco prepara una exposición de fotografías de películas de las cinematografías de sus Estados miembros y un festival de películas restauradas: respuestas a la llamada a la salvación del patrimonio cinematográfico mundial hecha hace un año por este organismo. El festival concluirá con la entrega de una serie de premios para los filmes mejor restaurados.Además, la Unesco ha tomado la iniciativa de crear una una fundación para la protección de la herencia del cine y ha iniciado una colecta de fondos para ella con una contribución suya inicial de 100.000 dólares, invitando: a todos sus Estados miembros a que contribuyan a esta provisión, para que la iniciativa adquiera volumen operativo.

Revelan el trasfondo de estas celebraciones algunas de sus fundamentaciones: "El centenario es una ocasión inmejorable para promover el desarrollo del cine futuro" y para reflejar la capacidad de respuesta de este arte a "los desarios del tercer milenio". El arte por excelencia del siglo XX es así propuesto para seguir vigente en su segundo siglo.- optimismo que choca con las visiones catastrofistas en boga sobre el futuro del cine ante la corrosión que experimenta en la era audiovisual.

En este sentido, la convocatoria recuerda que el cine "es una respuesta al progreso científico y una forma contemporánea de contemplar la realidad socioeco,nómica". Y añade: "Multitudes anónimas han visto en este arte una fuente de enriquecimiento cultural. Edwin, Panowsky, historiador del arte, comparó la elaboración de cine en el siglo XX con la creación de catedrales en el Medievo, ya que en ambos casos un gran número de artistas y artesanos confluyeron para crear una obra única".

Y concluye el llamamiento: "Estamos ante un siglo de sueños, esperanzas, guerras y desórdenes; y ante un siglo de creación. Un siglo de cine son cien años de imágenes y cien años de imágenes son un testimonio de la memoria- de nuestra civilización, como la catedral de Chartres o los templos de Angkor".

Pero el cine, memoria viva del transcurso del siglo XX, es un recuerdo impreso en una materia mucho más frágil que la piedra con que se construyeron estos monumentos y de ahí procede su condición vulnerable, que sólo se evitará con decisiones políticas universales, destinadas a restaurar y conservar lo que queda -sólo un tercio de todo lo registrado en celuloide- del tesoro incalculable de este testimonio de la forja y el transcurso de nuestro tiempo. De ahí la idea de convertir el año de su centenario en el de su resurrección.