Examinarse de paro

/ I. C. La atención comunitaria a la política de fomento del empleo ha subido de grado en Essen. Pero ha quedado a medio camino de lo que pretendían los más exigentes. Los socialdemócratas, encabezados por Jacques Delors, lograron el visto bueno a dos iniciativas socio-económicas: obligar a los ministros de Trabajo a pasar un examen anual sobre la evolución del paro en cada país (como hace el Ecofin con los déficit públicos) y crear un Consejo de Competitividad. También consagró cinco prioridades: formación profesional, aumentar la intensidad de empleo del crecimiento, reducir costes salariales indirectos, mejorar el mercado de trabajo y atender al paro de larga duración.

Sin embargo, se estrellaron en su intento de poner en marcha una ecotasa que grave las emisiones contaminantes de dióxido de carbono como medio de financiar los ingresos de la Seguridad Social, que menguarán al reducirse costes laborales indirectos. La cumbre simplemente "toma nota" de esta iniciativa, que se aplicará sólo "a cada Estado miembro que lo desee", e invita al Ecofin a que supervise sus "parámetros".

Esta tasa era una de las cuestiones que más dividían a liberales y socialdemócratas, aunque Felipe González insistió de nuevo en que "dentro" del Consejo Europeo no se había producido la "polémica" de fuera. No habría dos visiones, sino como máximo dos sensibilidades, según esta percepción: Una de ellas la aclaró Pedro Solbes: "La lucha contra el déficit público es nuestra prioridad". La otra pretende ir más allá en la política de empleo. Pero no todos los países pueden permitirse medidas que aumenten el gasto, según Solbes.

Para las grandes redes de transporte empezó a manejarse la posibilidad de dedicarles otros 192.000 millones de pesetas en cinco años del Presupuesto de la UE. Los proyectos incluyen la autopista Valladolid-Lisboa y los trenes de alta velocidad Madrid-Barcelona-Perpignan y Madrid-Vitoria-Dax..