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REVÉS A LA AMPLIACIÓN

España pierde la pesca de 6.300 toneladas de bacalao

La flota bacaladera española, compuesta ahora por 20 parejas de barcos, ha perdido la posibilidad de capturar anualmente 6.300 toneladas más de bacalao, como consecuencia de la negativa de Noruega a integrarse en la Unión Europea (UE). Sólo una parte mínima de esa cantidad, 1.246 toneladas, correspondían a las aguas noruegas. El resto se iban a pescar en otros caladeros, pero en virtud de ese mismo compromiso. Además, los industriales españoles del sector de la pesca, empresas transformadoras y armadores, tampoco podrán instalarse en el país nórdico. En el acuerdo sobre la integración de Noruega firmado hace un año con la UE se preveía el derecho de las industrias pesqueras españolas a operar en Noruega a partir de 1997.El no a la UE no invalida, sin embargo, el compromiso contraído por la Comisión Europea para la integración de España en la Política Pesquera Común a partir del 1 enero de 1996, que elimina las actuales discriminaciones que sufre la flota. Este compromiso fue adquirido en el supuesto de una ampliación comunitaria a cuatro países, pero mantiene su vigencia a pesar de que no entre uno de ellos.

El ministro de Agricultura, Luis Atienza, calificó ayer de negativo el resultado del referéndum noruego, no sólo por lo que afecta a la pesca española, sino por lo que supone para el reforzamiento de la UE. Atienza aseguró que el Gobierno buscará nuevos caladeros para la flota bacaladera, que en la última década ha visto recortadas sus posibilidades de capturas. Medios de la Cooperativa de Armadores de Vigo calificaron también de negativa la situación creada, en un momento en el que, además, a instancias de Canadá, se ha expulsado parcialmente a la flota congeladora española del Atlántico Norte para la pesca del fletán negro. El ministro de Exteriores, Javier Solana, expresó su tristeza por el resultado del referéndum y el comisario español Manuel Marín su decepción.

Para la Administración española, la pesca fue uno de los ejes en las negociaciones para la integración de Noruega en la UE, con Vicente Albero como ministro de Agricultura. España amenazó en varias ocasiones con vetar ese proceso si las autoriades noruegas no abrían sus aguas a la flota española, expulsada en 1981. La postura noruega de ni un solo pez más para España cedió, no obstante, hasta permitir un compromiso que suponía avances para España, con concesiones mínimas del Gobierno de Oslo.

De acuerdo con el compromiso suscrito entre Noruega y Bruselas, España accedía a la captura de 1.246 toneladas de bacalao anuales en aguas noruegas desde el 1 de enero de 1995. A esta cantidad se sumaban otras 500 a las que tenía derecho Noruega en caladeros del Atlántico norte, así como la posibilidad de pescar otras 550 toneladas de especies asociadas con el bacalao en las propias aguas noruegas.

Ante la imposibilidad de lograr mayores concesiones noruegas, al amparo de la integración de este país en la UE, España logró un compromiso de la Comisión para proporcionar a la flota bacaladera española capturas por un volumen de otras 4.000 toneladas desde 1995 en un tercer país. Este país iba a ser la actual Rusia, lo que en total suponía aumentar las capturas en 6.296 toneladas.

España pierde estas nuevas posibilidades de capturas aunque se mantienen las derivadas de los acuerdos por la constitución del EEE. A partir de 1995 esas capturas ascenderán a 5.000 toneladas que se incrementarán hasta 11.000 en 1997. En los mares que bordean Noruega, y especialmente en el muy norteño de Barents, se capturan anualmente unas 700.000 toneladas de bacalao.

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