_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Los coreanos se trasladan al Reino Unido

Joaquín Estefanía

El traslado, hace más de un año, de la empresa fabricante de aspiradoras Hoover desde el sur de Francia a Escocia, para aprovechar los menores salarios, un mayor horario laboral y el compromiso de paz social con los sindicatos, levantó ampollas en Europa. Francia esgrimió la excepcionalidad del Reino Unido en materia social para protestar por el dumping social de sus socios. Aquello planteó abiertamente el fenómeno de la deslocalización (instalación de industrias o servicios en lugares distintos de su sede social para conseguir condiciones más ventajosas: menos impuestos, mano de obra más barata y exenta de protección, cargas financieras disminuidas, etcétera) Como uno de los ejes de la política industrial moderna.El caso Hoover llamó la atención por tratarse del traslado de una fábrica de un país desarrollado a otro. Pero la deslocalización desde el mundo industrializado hacia el Tercer Mundo o los países del Este es una norma, no una excepción, incluso dentro de los sectores públicos, que, por su propia naturaleza, deberían ser más patriotas.

Más información
Azua cree que el "error" de Ucín no ahuyentará otras inversiones en Euskadi

Ahora se anuncia un nuevo ejemplo: el del grupo siderúrgico vasco Marcial Ucín (presidido por Jesús Guibert, un antiguo secuestrado de ETA), que construirá una acería en Bayona (Francia') para aprovechar la cesión gratuita del terreno en el que se instalará y un precio de la electricidad y de la materia prima más baratos en Francia que en España. Lo significativo del asunto es. la deslocalización desde un país menos desarrollado a otro más desarrollado, lo que indica un problema de costes muy serio para nuestro país.

Pero tampoco este ejemplo es nuevo. Hace varias jornadas, el diario económico Cinco Días reproducía un artículo de The Wall Street Journal Europe verdaderamente llamativo, titulado Los tigres asiáticos merodean en Europa. En él se decía lo siguiente: una multinacional del sector manufacturero de un país industrial, harta de los altos costes salariales y la fuerza sindical, decide desplazarse a un país lejano donde hay mano de obra barata y sindicatos débiles.

Hasta aquí, todo normal. Pero es que, en este caso, el país de altos salarios es ' Corea del Sur, y la empresa manufacturera en busca de costes baratos, una sociedad corea na; el país lejano es el Reino Unido, donde los costes laborales han caído y los sindicatos han perdido su pujanza tradicional

Según el diario citado, Samsung, grupo coreano, manifestó su intención, a mediados de octubre pasado, de invertir 70 millones de libras, (casi 15.000 millones de pesetas) en una nueva planta situada en el Reino Unido. Samsung ha descubierto que los costes laborales en el Reino Unido y en Corea del Sur son- más o menos iguales. "Dentro de dos o tres años, Corea será más cara", señala un directivo de la empresa. En ese: país y en Taiwan hay tina creciente insuficiencia de mano de obra, lo que ha provocado un fuerte aumento de los salarios reales.

Por ello, la deslocalización aún no ha mostrado todos sus perfiles, y dará sorpresas como estas de las que estamos siendo testigos. ¿No es otro ejemplo de deslocalización fallida, instrumentada esta vez a través de subvenciones, la política industrial aplicada por el Gobierno conservador de Castilla y León?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_