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La Fundación Henry Moore detecta 350 falsificaciones del escultor

El gran escultor británico Henry Moore murió en 1986. Desde entonces la fundación que lleva su nombre y que se ocupa de certificar gratuitamente la autenticidad o falsedad de obras del artista, ha contabilizado más de 350 falsificaciones, concretamente unas 1150 esculturas y unos 200 dibujos. La inquietud de la fundación, expuesta por uno de sus miembros, Julie Sommers, conservadora adjunta, es aún mayor en la medida en que las falsificaciones no son siempre fácilmente identificables.El problema de las esculturas deriva de la técnica misma de realización. Moore se servía de moldes en los que depositaba el material fundido. Cuando se ha hecho una copia del molde ésta es normalmente algo más pequeña y el bronce resultante aún más, ya que al enfriarse el metal, pierde volumen. Además los falsificadores, por un convencionalismo poco acorde con la obra de Mocire, tienden a presentar las esculturas montadas en zócalos de mármol.

La obra más copiada es Reclining figure: Circle, que salió de los talleres de fundición Fiorini, en Londres, y cuyo precio en el mercado oscila entre el millón y medio de pesetas para su versión pequeña, de 15 cm, y los casi siete millones en que se cotiza la versión de 89 cm. Las falsificaciones han optado por un formato intermedio de 33 cm., nunca realizado por el artista. Según Julie Soniniers la primera noticia de la existencia de falsos Moores se la proporcionó una galería de Zúricli, que se puso en contacto con lit fundación precisamente para solicitar una autentificación de un falso.

También en Madrid

La mayoría de falsos circulan por los Estados Unidos, pero en 1989 también se identificó uno en Madrid que, además, iba acompañado de un certificado, también falso, claro está, del Fogg Art Museum de Boston, fechado en 1979 y que aseguraba que la maqueta en bronce firmada H. Mocire forma parte de una serie realizada alrededor de 1950 y fundida por Hermann Noack en Berlín". Lo cierto es que Noack colaboró durante años con Moore y los falsificadores han optado por hacerle firmar también, en tanto que fundidor. El alemán, al descubrir en 1992 que su marca figura estampillada en esos Moores que invaden galerías y salas de subastas a menos de 300.000 pesetas, ha montado en cólera. Las investigaciones impulsadas por la fundación o por Noack han desembocado hasta ahora en un muro de silencio ante la imposibilidad de seguir su pista. Otra obra que, según denuncia Julie Summers, también ha sido pirateada es la maqueta de Mother and Child. Summers cree que circulan por el mundo 12 copias de ella.El catálogo completo de la obra escultórica de Moore, realizado por Alan'Bowness y publicado por Lund Humpliries se convertirá pues en la única guía fiable para quienes aún quieran continuar distinguiendo lo verdadero de lo falso.

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