Morente cierra el ciclo de su homenaje en Granada
Al fin profeta en su tierra podía ser el título de la noche que vivió el cantaor granadino Enrique Morente en el recital con que cerró los encuentros que su ciudad le ha dedicado en esta ocasión. Una parte significativa, al menos, se le rindió tras largos años de ronda y de amores no siempre correspondidos. El auditorio Manuel de Falla, situado en el campo de Los Mártires, ha sido el escenario de tres recitales de flamenco en los que han participado un total de más de 30 artistas, algunos de ellos primeras figuras del género, así como con un peso importante en el flamenco joven.El ciclo, que se inició hace tres años, llevaba implícito un homenaje a Enrique Morente que, aunque no revestía caracteres formales habituales, no dejaba de tener una gran trascendencia, especialmente ante la reacción de la afición granadina, tachada de dura y no excesivamente complaciente con los intérpretes locales. Precedidos de escasa publicidad y con dudas de última hora sobre su celebración, los conciertos han contado con una notable acogida por parte del público, que ha llenado el aforo.
Con las entradas agotadas, el cantaor granadino, que no se encontraba en las mejores condiciones físicas, ha conocido su apoteosis gracias a su entrega, hasta el límite de la resistencia emocional, y a su magisterio, acumulado a lo largo de más de 30 años de vida artística. En la segunda parte, Morente convirtió su homenaje en una especie de exaltación de la poesía, unida a su música siempre renovada, con poemas de los Machado, García Lorca, Alberti, José Bergamín, Luis Rius, San Juan de la Cruz y Al Butamid. Como novedad, dos textos inéditos del joven poeta de Granada Luis García Montero, quien comentaba: "Enrique es tremendamente sensible y respetuoso con la poesía" .
En la noche del día 21, Carmen Linares puso un final brillante a un festival excesivamente largo -que mantuvo a prueba la incondicionalidad de numerosos espectadores durante cinco horas-, en el que, además de la cantaora mencionada, destacaron dos guitarristas: Pepe Habichuela, que interpretó cuatro temas en solitario, y el joven Miguel Ochando. Miguel Poveda, que lleva una racha imparable de actuaciones, gustó al exigente público granadino dándole pruebas de que su corta experiencia no es un obstáculo para exhibir maneras y conocimiento del flamenco.
Sin embargo, los éxitos personales de éstos y de otros artistas como Chocolate o Belén Maya no pueden ocultar un cierto grado de improvisación apreciado en el desarrollo de parte del ciclo, que merece mayor atención futura, en consonancia con la importancia de la ciudad.
Babelia
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