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Una historia con altibajos literarios y muchos millones

Muchos son los millones que el Premio Planeta ha repartido a lo largo de la historia, aunque al principio, cuando fue creado en 1952 por el editor José Manuel Lara; estaba dotado únicamente con la modesta cantidad de 40.000 pesetas. La progresión,, sin embargo, fue incesante. In 1967,el premio superaba ya el millón y en 1976, con motivo del 250 aniversario, Lara subía el listón hasta cuatro millones. En 1988 se situaba en 20 y, a partir de 1992, alcanzaba la cifra actual de 50 millones, lo que lo convierte, Nobel al margen, en el premio literario más bien dotado del planeta (en minúscula en esta ocasión).Detrás del Planeta, claro está, no hay sólo una historia de millones. Ha habido altibajos en la calidad literaria, maniobras comerciales, fichajes sonados y variación periódica de criterios. En los últimos dos anos, por ejemplo, el premio parece haber entrado en una línea de grandes nombres vinculados a la agencia de Carmen Balcells: Mario Vargas Llosa el pasado año y Camilo José Cela en esta ocasión. Dos escritores más que consolidados que, a primera vista, sorprende que se presenten a un premio literario creado "para promocionar a los autores españoles". Pero, ya se sabe, los caminos del Planeta son insondables...

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Retrocediendo en el tiempo, encontramos en 1992 un ganador de transición, Fernando Sánchez Dragó, mientras que en las ediciones anteriores diríase que Planeta intentaba utilizar el premio para fichar a algunos protagonistas de la llamada nueva narrativa española: Antonio Muñoz Molina en 1991, y Soledad Puértolas en 1989. Puértolas, sin embargo, regresó a Anagrama después de ganar el Planeta, lo que hace suponer que la jugada no acabó de funcionar.

Otros nombres que desfilaron por el Premio Planeta en los años ochenta vienen avalados con la calidad literaria; es el caso de Antonio Gala, Gonzalo Torrente Ballester, Terenci Moix, mientras que en los setenta Lara pareció inclinarse por un curioso fichaje de escritores con pasado o presente de izquierdas: Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán y Jorge Semprún.

Los grandes nombres, sin embargo, no han ido siempre de la mano de las grandes ventas en el Premio Planeta. Hay quien dice que Vargas Llosa, por ejemplo, ha vendido menos que Sánchez Dragó. Lo que está fuera de dudas, sin embargo, es que Terenci Moix sigue siendo el superventas, con más, de un millón ejemplares vendidos de No digas que fue un sueño. Un récord planetario.

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