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Los veteranos de EE UU logran cambiar el guión de una muestra sobre Hiroshima

La exposición recordará en 1995 los 50 años de la bomba atómica

Medio siglo después, la explosión de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki aún provoca divisiones en la sociedad norteamericana. El Museo del Aire y del Espacio, situado en Washington y perteneciente a la Smithsonian Institution, está organizando una exposición que girará en torno al Enola Gay, el avión que dejó caer la bomba sobre Hiroshima. Pero sus proyectos iniciales y el borrador de la muestra han levantado fuertes protestas en grupos de veteranos, que entienden que se presentaba a Japón como víctima y a EE UU como agresor. La presión sobre los congresistas ha obligado a cambiar el planteamiento de la exposición.

La minuciosa reconstrucción del fuselaje y el motor del B-29 -bautizado Enola Gay en honor de la madre del piloto, Paul Tibbets- no plantea ningún problema y atraerá sin duda la atención' de los 8 millones de personas que pasan cada año por el museo, el más visitado de EE UU. Pero las previsiones de fotos, objetos y textos de la exposición, titulada -El acto final.- la bomba atómica y, el fin de la Segunda Guerra Mundial, cayeron exactamente como una bomba en organizaciones de veteranos como la Legión Americana y la Asociación de la Fuerza Aérea cuando leyeron las 500 páginas del proyecto.En los textos se afirmaba que una invasión, como alternativa a las bombas, hubiera costado 31.000 bajas norteamericanas, pero habría conseguido el objetivo de doblegar a los japoneses sin tener que lanzar las bombas que mataron a unas 150.000 personas y abrieron la etapa del terror atómico. Entre los objetos se pensaba exponer un reloj, retorcido por las altas temperaturas, que marca la hora exacta de la explosión de Hiroshima y la chaqueta de un niño que murió.

Durante el verano, las críticas de los veteranos -más de 10.000 cartas de protesta- llevaron a 12 congresistas a quejarse ante el responsable de la Smithsonian Institution. El 19 de septiembre, mientras se celebraban reuniones para tratar de llegar a un acuerdo, la republicana Nancy Kassebaum consiguió que el Senado aprobara por unanimidad una resolución en la que se pedían rectificaciones de un guión considerado "revisionista, desequilibrado y ofensivo".

Cambios

Por fin, a finales de septiembre y después de dos reuniones maratonianas con dirigentes de la Legión Americana, el Museo del Aire y del Espacio aceptó introducir importantes cambios en los planes de la exposición, que se inaugurará en mayo de 1995..En el nuevo diseño, que todavía está siendo retocado, se suprime la última sección, dedicada al legado de las bombas atómicas; se introduce una nueva sobre la guerra en el Pacífico -"antes, sólo se dedicaba un párrafo a Pearl Harbour", se queja Hubert Dagley, de la Legión Americana-; se eliminan los objetos con más carga emocional y se equilibran los testimonios gráficos: se queda fuera, por ejemplo, una foto de un japonés con quemaduras en la cara y el cuerpo, en el momento en el que es tratado por un médico. Tampoco pasa el examen de los veteranos una foto de prisioneros japoneses en un campo de concentración norteamericano, escuchando cabizbajos el mensaje de rendición del Emperador: en su lugar se incluye a un grupo de alegres prisioneros aliados del campo de concentración de Aomori, cerca de Yokohama, celebrando el final de la guerra.

El Museo revisará también la estimación inicial de las 31.000 posibles bajas que hubiera causado un desembarco. En el texto revisado se dirá que una invasión norteamericana de Japón podría haber costado "hasta un millón de vidas".

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