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La disentería sucede al cólera y amenaza la existencia de 45.000 ruandeses

Una nueva epidemia, esta vez de disentería, ha reemplazado al brote de cólera que ha matado a unos 20.000 refugiados ruandeses en Goma (Zaire) desde el mes de junio. Portavoces de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalaron que el brote epidémico amenaza la vida de hasta 45.000 personas. Médicos Sin Fronteras anunció que entre un 20% y un 30% de los refugiados ruandeses padecen sida o son seropositivos.

A medida que los refugiados ruandeses abandonan los campos en torno a la ciudad zaireña de Goma, la disentería sustituye al cólera como primera preocupación de los organismos internacionales de ayuda y como principal amenaza a la vida de los ruandeses. Michel Barton, portavoz de la OMS, explicó ayer en Ginebra que "el número de casos de cólera ha descendido en un 50% durante la última se mana, pero aumentan alarman temente los casos de disentería, que puede ser una amenaza más grave que el cólera, porque es más difícil de tratar". Las estimaciones de la OMS indican que la nueva epidemia puede acabar con la vida de entre 15.000 y 45.000 refugiados ruandeses.La extensión del nuevo brote epidémico viene propiciada por el hacinamiento, las malas condiciones higiénicas y el limitado su ministro de agua potable. La di sentería, una enfermedad del aparato digestivo extremadamente virulenta, se transmite por el contacto directo y los alimentos y el agua contaminados. La nueva amenaza se cierne sobre los refugiados ruandeses cuando comenzaba a remitir la mortalidad por cólera.

La OMS convocó ayer en Ginebra una reunión entre los 40 países donantes de ayuda humanitaria a Ruanda. El objetivo de la reunión era reunir los 454 millones de dólares (unos 56.000 millones de pesetas) que las, Naciones Unidas necesitan para proseguir las operacionesde rescate en Ruanda.

"En los últimos días han vuelto a Ruanda unas 90.000 personas, pero aún nos enfrentamos a una situación insostenible", dijo en Ginebra Peter Hansen, subsecretario general de las Naciones Unidas. El regreso de los refugiados se ve entorpecido por la caótica situación que aún se vive en el interior de Ruanda y, sobre todo, por una campaña de propaganda lanzada por los líderes hutus en el exilio para influir en la población desplazada. Muchas personas han preferido quedarse en los campos de Zaire asolados por las epidemias, el hambre y la sed, antes que regresar a su país, controlado por el victorioso Frente Patriótico de Ruanda (FPR), que dominan los miembros de la etnia tutsi.

Regresó del exilio

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"Son pocos los refugiados que vuelven a Ruanda por esta ruta", informa el envíado especial de Le Monde, Jean-Yves Lhomeau, desde la localidad fronteriza de Hora. "Es cierto que muchos pasan por las colinas o el interior de los bosques, pero el viernes y sábado de la pasada semana, las organizaciones humanitarias creían que había un retorno importante. Sin embargo, parece que el FPR, pese a ser oficialmente favorable al retorno, trata de hacerlo más lento. Cuanto más se avanza hacia Kigali, más desierta está la ruta"

Mientras, los 20 soldados británicos que formar la avanzadilla del contingente de 600 hombres enviados a Ruanda en misión humanitaria -y no en tareas de pacificación- llegaron ayer a Kigali.

Precisamente ayer, un portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. (ACNUR) dedunció que algunos soldados de Zaire se han dedicado al pillaje y han saquedao los envíos de ayuda humanitaria internacional. Estos militares zaireños forman parte de un destacamento que descarga los aviones en Goma. El ACNUR va a pedir a los soldados americanos y franceses que protejan el aeropuerto.

"El regreso a su país o la repatriación son las mejores y las únicas soluciones para los refugiados ruandeses", indicó ayer en Kigali Sadako Ogata, responsable máxima del ACNUR. La tragedia ruandesa se complica aún más por el altísimo porcentaje de enfermos de sida y seropositivos (portadores del virus) entre la población de aquel país.

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