La ONU exige la entrega de los responsables de las matanzas
A. C., "Los autores de los horrores cometidos, [en Ruanda], una vez que sean claramente identificados, tendrán que responder de sus actos ante la justicia, no importa el punto del planeta en que se encuentren". Así de taxativo es el comunicado emitido ayer en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra por el relator especial para los Derechos Humanos en Ruanda, René Degni-Segui. El abogado marfileño solicitó ayer a los países que hayan podido acoger como asilados a los responsables de las matanzas perpetradas en Ruanda que los entreguen a la justicia.
Según las estimaciones de las organizaciones humanitarias que operan sobre el terreno, el número de muertos en las matanzas desencadenadas a partir de la muerte del presidente de Ruanda cuando el avión en que viajaba fue objeto de un atentado al tomar tierra en Kigali el pasado 6 de abril puede alcanzar el millón de personas. La población total del país apenas supera los siete millones de habitantes.
Degni-Segui ha presentado recientemente un informe en el que califica de genocidio "programado, bien orquestado y sistemático la matanza de miembros de la etnia tutsi a manos de los escalones civiles y militares del antiguo Gobierno de mayoría hutu. El relator de la ONU acusa personalmente al presidente interino Theodore Sindikubwabo.
Según fuentes militares francesas, algunos miembros del antiguo Gobierno hutu se han refugiado en Zaire.
Ayuda estadounidense
El Gobierno de Estados Unidos, por otra parte, estudia un plan de ayuda a los refugiados de Ruanda que incluye el uso de fuerzas militares con carácter estrictamente humanitario. El presidente Bill Clinton declaró anoche que su país participará para facilitar el trabajo de las organizaciones internacionales que hacen frente en pésimas condiciones a una de las peores tragedias humanas de los últimos años.El consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, dijo el miércoles a la cadena CNN que un grupo de expertos del Pentágono se encuentra ahora en Zaire, país de acogida a los refugiados ruandeses, para comprobar cuáles son las necesidades más urgentes de esa población. Lake adelantó que el plan norteamericano puede incluir el desplazamiento de tropas a Zaire como ayuda logística para la distribución de alimentos y medicinas. Soldados norteamericanos se harían cargo de aeropuertos y carreteras para aumentar la eficacia de la misión de asistencia internacional.
Anthony Lake aseguró, sin embargo, que se trata de "una operación humanitaria y no del anticipo de una operación militar". EE UU se negó meses atrás a enviar tropas a Ruanda porque encontraba similitudes entre ese conflicto y el de Somalia, donde se produjo uno de los más sonoros fracasos de la política exterior de Bill Clinton.
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