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Filali pedirá aclaraciones a Solana sobre Ceuta y Melilla

Javier Solana quiere hablar de pesca, sus interlocutores marroquíes desean abordar la situación de Ceuta y Melilla. El ministro español de Asuntos Exteriores efectúa hoy, en vísperas de las vacaciones, su tradicional visita a Rabat, donde se entrevistará con su homólogo, Abdelatif Filali, que desde mayo es también primer ministro, y será recibido por el rey Hassan II.Después de haberla omitido durante casi siete años, en primavera el soberano marroquí evocó en dos ocasiones la situación de "los territorios expoliados por España: Ceuta y Melilla". No fue una casualidad. Expresaba así su preocupación ante la próxima concesión a ambas plazas de un estatuto de autonomía que las enraizará jurídicamente un poco mas en España.

A Solana sus interlocutores le manifestarán, presumiblemente, su inquietud, según fuentes diplomáticas. El ministro, en ese caso, informará cortésmente de los planes de su Gobierno, pero no entrará a discutirlos. Sí desea, en cambio, debatir más a fondo del acuerdo de pesca entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, cuya revisión a mitad de ejercicio -entró en vigor en 1992 y vence en 1996- Rabat ha convertido en una renegociación desde el 11 de julio.

El Gobierno de Filali ha pedido una disminución de las capturas de cefalópodos y camarones y que los pesqueros -680 son españoles- atraquen en puertos marroquíes antes de regresar a su país de origen para ejercer así un mayor control sobre sus apresamientos. En septiembre se reanudará el tira y afloja.

Negociaciones estancadas

Las relaciones entre Bruselas y Rabat no atraviesan el mejor de los momentos. Prueba de ello es que el nuevo acuerdo euromagrebí entre Marruecos y la UE no avanza. Hasta el momento sólo se ha celebrado una ronda negociadora con Rabat, en febrero, mientras Túnez ha concluido ya la tercera. En Madrid preocupa este estancamiento con tanta más razón que la obcecación marroquí dificulta eventuales gestiones españolas para sacar las conversaciones del atolladero."Las propuestas de Bruselas son insuficientes", afirmó Filali el 5 de julio. Cinco meses antes su Gobierno remitió a los Doce un memorándum de 30 páginas en el que critica todas y cada una de las ofertas que le han hecho. Hasta que no reciba una contestación se niega a sentarse en la mesa de negociaciones.

El vicepresidente de la Comisión Europea, el español Manuel Marín, se queja amargamente. No puede pedir a los Doce que mejoren su oferta mientras Marruecos no se haya adentrado un poco más en la negociación. En Madrid se cree que Rabat está perdiendo un tiempo útil. A partir de enero habrá un nuevo órgano ejecutivo comunitario, en el que es posible que Marín sea sustituido por un comisario menos sensible a los intereses magrebíes, y los cuatro nuevos Estados miembros de la UE podrían plantear exigencias adicionales.

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