Los silencios de Rubio ante la comisión parlamentaria encrespan a los diputados

La comparecencia de Mariano Rubio, ex gobernador del Banco de España, ante la comisión del Congreso que investiga su patrimonio y el posible uso de información privilegiada y tráfico de influencias supuso un jarro de agua fría para quienes pensaban que iba a aclarar las lagunas del escándalo. El ex gobernador, que ayer compareció cuatro horas por la mañana y otras cuatro por la tarde, advirtió ya de entrada que, si bien acudía dispuesto a colaborar con la comisión, había cuestiones concretas, sujetas a proceso judicial, sobre las que se reservaba el derecho a no declarar. Estas cuestiones fueron tan numerosas que los miembros de la comisión no dudaron en mostrar su enfado.

El malestar de los parlamentarios era evidente. Para muchos de ellos, "la decisión sobre si alguna cuestión afecta o no al sumario es muy subjetiva, y ello lleva a que Rubio no conteste a prácticamente ninguna pregunta". Otro diputado señaló que Rubio "tiene una asombrosa capacidad de olvido para algunos temas y otra asombrosa capacidad para recordar aquellas cosas que le interesan".A pesar de que Rubio empezó leyendo un comunicado preparado por sus abogados en el que anunciaba su decisión de no contestar a cuestiones relacionadas con el sumario que instruye el juez José Emilio Coronado por un posible delito contra Hacienda, los diputados decidieron formularle todas las preguntas preparadas.

En las ocho horas de comparecencia no tuvieron tiempo de hacer preguntas los representantes del PSOE, que podrán plantearlas a partir de las 9.30 de hoy, cuando se reanude la declaración de Rubio.

Fuentes de la comisión señalaron que el ex gobernador tuvo por la tarde duras palabras para el actual subgobemador, Miguel Martín, que era director general encargado de la inspección de bancos durante el mandato de Rubio. Éste señaló que "al consejo ejecutivo del banco no se va sólo a oír", en referencia a las afirmaciones de Martín en las que señalaba que él no hizo ninguna manifestación contra la concesión de un crédito de 5.400 millones al Grupo Ibercorp a pesar de que la inspección había detectado problemas de autocartera y de escasez de recursos propios.

El balance de la comparecencia fue considerado muy negativo por todos los comisionados. "Tengo que hacer un gran esfuerzo para creer lo que he oído, porque Rubio ya mintió en una ocasión al Parlamento", dijo Emilio Olabarría, del Grupo Vasco. Javier Albistur, de EA, habló de "lo subjetivo que es definir qué afecta y qué no al secreto de¡ sumario", y José Manuel Fernández Nomiella, del PP, señaló la "asombrosa capacidad de olvido que tiene Rubio para algunas cosas".

Rubio, que por la mañana se había marchado sin apenas hacer declaraciones, a su regreso por la tarde fue más explícito y se mostró molesto por las noticias de los informativos. "Me he negado a hablar de todo aquéllo que es objeto de la causa del juzgado número 6. Y me he negado, en primer lugar, porque hay razones jurídicas muy claras y, en segundo lugar, porque es obvio que la propia decisión del juez, no dejando asistir [al Congreso] a Manuel de la Concha, es una buena prueba de que no quiere interferencias".

Frente a las críticas de los diputados, que le reprochaban haber provocado "un diálogo de sordos", el acusado aseguró que había contestado "exhaustivamente" a todas las preguntas referidas a su gestión. "En todo lo que se refiere a información privilegiada, a lo que se refiere al trato de favor, a los depósitos en bancos suizos, y en general, a todo lo que se refiere a mi gestión al frente del Banco de España, he informado exhaustivamente", insistió.

Volviendo a la posibilidad de que tuviera cuentas en Suiza a su nombre, Rubio declaró que esta acusación "es una pura patraña". Horas antes, había afirmado a Radio Nacional que los documentos acusatorios son "burdamente falsos" y lamentó que "la justicia española no haga nada para perseguir estas pruebas falsas".

Fuentes de la investigación señalaron que el juez perdirá esta semana a las autoridades suizas que investiguen si Rubio y De la Concha han tenido alguna cuenta en el país helvético.