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Defensa admite que el gasto militar no crecerá en los próximos tres años

Miguel González

El secretario de Estado de Defensa, Antoni Flos, admitió ayer en el Congreso que el presupuesto de su departamento no crecerá, en relación al Producto Interior Bruto (PIB), durante los próximos tres años. Actualmente, el presupuesto de Defensa supone el 1,3% del PIB y, según un acuerdo del Congreso de julio de 1991, debería llegar al 2% a final de la década. Según los datos aportados ayer por Flos, el gasto militar crecerá aproximadamente al mismo ritmo que el PIB, que este año está previsto que aumente algo más del 1%.El responsable de Defensa matizó que esta previsión no obedece a sus deseos, sino que es el resultado del marco presupuestario fijado por Hacienda para los próximos años y de un debate entre ambos ministerios en el que ha habido "sangre, sudor y lágrimas". Flos indicó que, con estas previsiones, es "prácticamente imposible cumplir el programa de modernización del Ejército de Tierra", que prevé una inversión total en renovación de material de 546.408 millones de pesetas en el periodo 1995-2002.

Durante el próximo ejercicio, la inversión del Ejército de Tierra se situará en 33.000 millones de pesetas, prácticamente la misma cantidad que este año, de los que ya están comprometidos 21.000 millones. Ni siquiera va a ser posible, agregó, contar con los 5.000 millones anuales en infraestructura que requiere la puesta en marcha del Plan Norte de redespliegue del Ejército, a menos que Defensa obtenga ingresos suplementarios por la venta de cuarteles.

Santa Bárbara

Flos hizo estas manifestaciones durante un debate en la Comisión de Defensa del Congreso sobre la situación dé - la Empresa Nacional , Santa Bárbara (ESBN), sometida a un laudo arbitral después de que el INI propusiera el cierre de cinco de sus ocho centros y la reducción de la plantilla de 3.128 a 1.085 trabajadores.

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El secretario de Estado recordó que la empresa resultante del plan de reestructuración tendrá una capacidad productiva tres veces superior a la demanda del pasado año e indicó que, aunque no corresponde a Defensa solucionar los problemas económicos y laborales de la empresa pública, su criterio es que "deben mantenerse, salvo algunas excepciones, sus actuales líneas de producción, aunque suponga asumir cierto nivel de pérdidas".

Aunque no quiso comprometerse respecto a los pedidos que las Fuerzas Armadas harán a Santa Bárbara en los próximos años, dijo que su propósito es aumentar la compra de munición de los 1.500 millones de pesetas que se han venido gastando en los últimos años a 2.500 en 1995; 4.000 en 1996; 5.000 en 1997, y 6.000 a partir de 1998. Flos justificó este aumento de las compras señalando que, aunque existen todavía grandes reservas de munición, en su mayoría está obsoleta. El secretario de Estado también expresó su deseo de dar prioridad en los próximos años algunos programas que afectan a la ENSB (el vehículo de infantería Ascod, la compra de 50.000 fusiles Cetme de 5,56 milímetros, la ametralladora Ameli, el lanzagranadas de 40 milímetros o el Obús Rema de 155), pero dejó claro que su adquisición dependerá de los recursos del ministerio y que, al menos inicialmente, se tratará de cantidades pequeñas.

Arsenio Fernández de Mesa, del Partido Popular, se felicitó de que Defensa reconozca a Santa Bárbara el carácter de "empresa estratégica", lo que en su opinión no hace Industria. Manuel García Fonseca, de Izquierda Unida, indicó que el recorte de los gastos militares no justifica que los pedidos a la firma pública cayeran en 11.900 millones en 1986 a sólo 680 en 1993.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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