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"Un irracional agregado de peras con manzanas"

Alfredo Sáenz, presidente de Banesto, dijo ayer en el Congreso de los Diputados que la Corporación Industrial de Banesto quizá fue una buena idea cuando nació, en mayo de 1990. El problema es que, con las ventas realizadas, la Corporación se ha convertido "en un residuo que no tiene estructura de corporación industrial, sino que es un agregado de peras con manzanas que no es racional".A preguntas de los diputados, el presidente de Banesto recalcó que "la Corporación no es el primer grupo privado industrial, sino un conglomerado heterogéneo que ni tiene estructura de grupo, ni criterio de coherencia".

La Corporación finalizó el pasado año con una pérdidas de 120.000 millones de pesetas, que resultan de sumar los números rojos de las empresas que posee la Corporación. Tras reiterar la voluntad del nuevo dueño de Banesto, Banco Santander, de vender estas participaciones, Sáenz recalcó que ese proceso no se hará de forma precipitada. "Vamos a mejorar la gestión de las empresas, para que pueden valer más dinero", dijo. Desde el pasado 28 de diciembre, en que fue intervenido el banco, no se ha hecho ninguna venta de la Corporación.

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Las participaciones industriales más significativas que se integran en la Corporación son: Asturiana del Zinc (67%), Agroman (algo más del 50%), Tudor (57%), Isolux (el 91%) y Carburos Metálicos. La Corporación, además, cuenta con una importante presencia en Dorna, Elerco, Quasch y Oildor.Acuerdo con Oasis

A juicio del presidente de Banesto, los antiguos gestores no participaban activamente en las empresas del grupo industrial dejándoles autonomía de gestión. "Ahota ese criterio de gestión se ha cambiado y los resultados de esas empresas pueden mejorar".

El equipo directivo de Banesto tiene prácticamente cerrado un acuerdo con el grupo Oasis por el que se separan los intereses y negocios conjuntos, según desveló ayer Alfredo Sáenz ante la Comisión Banesto.

Este acuerdo pretende poner fin al sistema de participaciones cruzadas que habían urdido los anteriores gestores del banco. Dentro de este acuerdo se decidirá el futuro de Gescam, sociedad que aglutinó temporalmente los inmuebles del banco y que forma parte de la compleja relación comercial con Pedro Pueyo, presidente de Oasis.

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