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LA DEMANDA DE BANESTO

Las irregularidades de Conde suman 400.840 millones

La demanda detalla cómo los anteriores gestores de Banesto manipularon las cuentas del grupo

Miguel Ángel Noceda

La política de actuación seguida por los anteriores administradores de Banesto, que fueron demandados por acuerdo de la junta de accionistas por los actuales gestores, situó al banco en una "situación de extrema gravedad", según la demanda. Esta demanda -redactada por el despacho de Ramón Hermosilla y con 158 folios que, no obstante, alcanza los 6.000 con los respectivos anexos-, describe las irregularidades cometidas por el anterior equipo, presidido por Mario Conde. El déficit provocado, principalmente, por las irregulariades e insolvencias descritas en la demanda, asciende a 400.800 millones. Dentro de esta cifra, 47.117 millones corresponden a insolvencias de diversas operaciones analizadas en la demanda y 77.942 millones a déficit de riesgos de operaciones menores de 250 millones de pesetas.La demanda desglosa las citadas irregularidades en cuatro epígrafes a fecha de 30 de junio de 1993: las relativas al grupo Banesto; las relacionadas con sociedades vinculadas a Banesto (Dorna, Oasis y Hachuel); relativas a riesgos especiales vinculadas con Banesto a través de consejeros o directivos, y operaciones con ajustes superiores a 500 millones de pesetas. Las irregularidades registradas en estos cuatro apartados suman 275.781 millones. El Grupo Banesto utilizaba un auténtico entramado de sociedades instrumentales tanto españolas como extranjeras. Las operaciones más significativas son:

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Fincas y Valores (Fivasa). Esta empresa tiene el 4,76% en la sociedad de valores Lombardía y Lacaci. El valor teórico de esa participación es de 48 millones de pesetas pero está valorada en el balance de Banesto con 1.004 millones, por lo que necesita un ajuste de 956 millones. La diferencia es consecuencia de que Banesto suscribió cuatro millones con una prima de 1.000 millones.

Sociedad General del Mercurio. Ésta es la instrumental más utilizada por Mario Conde. Esta empresa compró a La Corporación el 24,9% de Acerinox, lo que permitió contabilizar unos beneficios ficticios de 4.933 en el balance de La Corporación. En Mercurio aperecen, además, unos pagarés a nombre de Malpica y Soproasa por importe de 893 y 1.474 millones de pesetas que desaparecieron en septiembre de 1993. "Para evitar el ajuste contable exigido por la Ley, lo! administradores realizaron una compleja operación de compraventa de acciones de Bandesco", dice la demanda. Otra operación se refiere a acciones adquiridas por Mercurio en Madrid Bussiness School, Compra por Catálogo y Venta por Correo. La diferencia entre el valor teórico de las acciones y el de libros es de 551, 136 y 97 millones, respectivamente. En Beta Capital también compró acciones con un valor teórico de nueve millones que elevó a 506 millones en libros. "Es evidente que se trata de una operación irregular, pues se pagan 500 millones por una sociedad que tiene seis millones en inversiones financieras y dos en tesorería", dice la demanda.

Operaciones con Jesús Gil. Se hicieron a través de Inmobiliaria Centro Levante (ICL). Las garantías aportadas por Gil y Gil son inmuebles con una tasación de 7.680 millones de pesetas siendo su responsabilidad hipotecaria de 11.000 millones de pesetas.

Venta dell Banco de Madrid. Mario Conde también consiguió, a través de ICL, engañar al Deustche Bank en la venta del Banco de Madrid, que adquirió por 40.000 millones, a juzgar por la demanda. ICL compró, por 8.777 millones, inmuebles de este banco. En este precio se produce una revalorización de dichos inmuebles por cuanto éstos ya los poseía el grupo y la operación se hace a un precio superior. "Se trata de una operación destinada a que Banesto reciba un precio mayor de las acciones vendidas del Banco de Madrid a costa de incorporar dicho beneficio a inmuebles que ya poseía. Si los inmuebles se venden a ICL más caros, el Banco de Madrid contabiliza mayores beneficios y aumenta su valor teórico, lo que permite pagar más por sus acciones".

Agrícola Los Juncales. Esta sociedad compró al Banco de Madrid unos inmuebles tras recibir un crédito de Banesto por valor de 3.682 millones de pesetas al 0% a cinco años. El ajuste necesario asciende a 2.168 millones de pesetas.

Autocartera. En las intrumentales extranjeras, la demanda descubre unas irregularidades por valor de 41.286 millones. De esa cantidad total, 3.974 millones de pesetas son provisiones para insolvencias provenientes de la diferencia entre el riesgo (4.944 millones) y el valor de las acciones (970 millones) que tenía en su poder la instrumental Namrof y que fue utilizada por Conde para mantener una posición accionarial en el banco. Los 37.312 millones de pesetas corresponden a pérdidas netas acumuladas o no reconocidas en resultados (principalmente en Oasis) y a minusvalías no reconocidas en filiales italianas (Banesto Gruppo Finanziario y en el Gruppo Uno Holding) y en Inversiones Iberia (véase página siguiente).

La demanda plantea como conclusión las principales críticas a la gestión contable de Banesto que se resumen en los siguientes puntos:

El traspaso a la situación contable de dudosos, con la correspondiente dotación al fondo de insolvencias, de los riesgos en razón de su morosidad, no se realiza automáticamente.Salvo por morosidad, son excepcionales los riesgos contabilizados como dudosos y cubiertos con fondos de insolvencias, calificándose el riesgo como normal aunque se reconozcan importantes pérdidas.La utilización en muchos casos del método de contabilización con cuentas minorativas, que hace que la cifra de créditos dudosos del balance reservado de Banesto no sea real.El deterioro de la inversión crediticia de Banesto, puesto de manifiesto en el déficit de insolvencia, tiene su origen en la imprudente política expansiva desarrollada al respecto. Además, existen operaciones de reembolso problemático que han sido instrumentadas y reclasificadas como normales, con lo que se ha interrumpido su calendario de morosidad, sin haberse aportado garantías eficaces ni cobrados los intereses pendientes, dotando de opacidad a la contabilidad de morosidad.

Falseamiento del margen de intermediación, al seguir periodificando y liquidando indebidamente productos financieros de unas inversiones cuyo devengo de intereses debía haberse interrumpido con meses de antelación, de acuerdo con las normas contables.La valoración de la cartera variable se sustentaba en plusvalías calculadas por métodos inadmisibles y en la realización de frecuentes operaciones intergrupos, incrementándose artificialmente los beneficios y patrimonios netos de las sociedades participadas.Los administradores de Banesto han activado gastos de explotación o pérdidas de diversa índole con objeto de mejorar la cuenta de resultados, falseándola. Tampoco han aplicado el principio del devengo para llevar los gastos a la cuenta de resultados, ni han efectuado las amortizaciones de activos.El déficit de cobertura de los compromisos por complementos de pensiones era, a 31 de diciembre de 1992, de 36.996 millones de pesetas. Sin embargo, el Banco de España eleva esa cifra a 66.888 millones de pesetas, con lo que el déficit prácticamente se duplica.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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