_
_
_
_

Un transexual llamado Terence Stamp

Melena rubia estudiadamente lacia. Zapatos de tacón alto y elegantes vestidos coronados por escueta pamela durante el día; lentejuelas, plataformas y kilómetros de plumas de avestruz para la soirée. Éstas son las señas de identidad de Bernadette, un maduro transexual, estrella del filme australiano Las aventuras de Priscilla, Reina del desierto, que, ha causado sensación en el Festival de Cannes y que ha sido encarnado por quien fuera mito erótico de hace un par de décadas.Bernadette, desde luego, no podía ser cualquiera. "¡Con ustedes: miss Terence Stamp!", presentó Stephan Elliott -risueño director de 30 años- al inconmesurable protagonista de su película, que también lo fue de títulos históricos como El coleccionista o Teorema. Sin inmutarse, el actor británico confesó al público que abarrotaba la enorme sala del Palais des Festivals: "Cada uno tiene sus debilidades. La mía siempre ha sido encarnar papeles ambiguos".

Más información
Evocación de Federico Fellini y homenaje a Robert Altman en la antesala de la clausura

"Al principio era muy escéptico con elyroyecto", comenta a EL PAÍS Terence Stamp, "me parecía que se salía de los límites y me asaltaron las dudas. Pero me di cuenta que si no aceptaba guiones tan divertidos como éste, me pasaría la vida haciendo villanos en películas de Hollywood". Ahora quizá trabaje la próxima década encamando a drag-queen. El actor, que últimamente ha intervenido en las dos primeras partes de Superman, Wall Street, El siciliano y Beltenebros, de Pilar Miré, contactó con transexuales que comercian con su cuerpo en las calles de Londres.

El guión, escrito por el joven Stephan Elliott iba destinado a Tony Curtis, pero finalmente lo leyeron Peter O´Toole y Terence Stamp. El primero lo rechazó inmediatamente. Pero el protagonista de Modesty Blaise decidió competir con Monica Vitti en elegancia, valentía y seducción: él sería Bernadette.

Terence Stamp encontró en Londres una zapatería femenina de tallas superiores al 42, se depiló todo el cuerpo a la cera ("el pecho y los pezones -aclara -, con pinzas") cada 10 días y sufrió los inconvenientes de llevar disimulados los testículos bajo las mallas que luce en los números coreográficos del filme.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_