La polémica de la lengua
El intento de resucitar la polémica lingüística o de presentar al Partido Popular (PP) como una amenaza a la autonomía catalana demuestra, según Aleix Vidal-Quadras, "el temor que el inminente crecimiento electoral del PP suscita en las filas convergentes". Este tipo de argumentos, añade, "pretenden desviar la atención de los electores de los problemas reales de la sociedad española, es decir, la crisis económica y la corrupción, y de la corresponsabilidad de CiU en la destrucción del tejido productivo catalán y en el deterioro del nivel moral del país".Para el líder de los populares catalanes, "un partido unido en torno a un liderazgo sólido, con firmes convicciones sobre la necesidad de fortalecer un proyecto global español y de implantar un proceso de liberalización económica y de decidida reducción del sector público, es exactamente lo contrario de lo que Pujol entiende por un interlocutor cómodo en Madrid".
Para Mariano Rajoy, vicesecretario general popular, "es evidente que cuando un partido político mejora sus expectativas de voto, los de más se preocupan de él. En el tema lingüístico ha habido una interpretación manipulada de lo que era el planteamiento del PP. El PP nunca se opuso, ni se opondrá, a la utilización del catalán, ni del castellano, pero el PP es un partido comprometido con la libertades y con los derechos individuales de la persona y si estos son lesionados tiene que manifestarse en ese sentido".
