Botero regala una de sus esculturas a Madrid
La acogida del público es, según el escultor, el motivo de la donación
Impresionado por la respuesta del público madrileño, el colombiano Fernando Botero regalará una de sus esculturas a la capital española. Algo que ni París ni Nueva York -anteriores paradas de esta macroexposición- han conseguido. El artista no ha decidido todavía cuál de las 21 esculturas expuestas en el Paseo de Recoletos será la que se quede en la ciudad. El rapto de Europa, Caballo y Mujer recostada están excluidas, ya que ayer fueron adquiridas por 200 millones de pesetas por la sociedad Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
"Voy a donar una obra a la ciudad de Madrid, aunque todavía no he decidido cuál de ellas. Esperaré unos días para conocer mejor los gustos de los madrileños y entonces lo decidiré", señaló ayer Fernando Botero (Medellín, 1932) durante la presentación de su exposición Botero en Madrid, que oficialmente se inaugura mañana, pero que desde el pasado fin de semana ha conquistado la capital.Los impacientes ciudadanos no han querido esperar, y desde el sábado -primer día de la instalación- el paseo de Recoletos se ha convertido en el lugar más concurrido de Madrid. "Es increíble cómo han hecho suyas las esculturas", añade el artista colombiano, que no teme la desfachatez de los madrileños a la hora de acercarse a sus obras. "Son figuras que inducen a la tranquilidad. Están hechas para acariciar y no para agredir. Aunque no es lo mismo tocar que subirse encima", dice el escultor.
Ayer a mediodía el bulevar madrileño estaba abarrotado de personas y coches. Parecía un domingo. Un atasco importante entorpecía la circulación y Botero no pudo caminar más de cuatro pasos. Como una estrella de rock, fue abordado por multitud de jóvenes que le pedían autógrafos.
El carril habilitado por el Ayuntamiento, ya conocido como carril Botero, para que los paseantes puedan mirar de frente las esculturas -el mejor sitio para verlas es desde el coche- sólo se instalará los fines de semana para evitar caos circulatorios como el de ayer. "Las esculturas no pueden mirar a la calzada, los árboles las taparían. Además, de esta manera se aprovecha la luz de las farolas y no hace falta instalar un sistema de iluminación", señala el artista. La exposición, cuyo presupuesto ha ascendido a 40 millones de pesetas, permanecerá en la calle hasta el 12 de agosto. "Por el momento hay un poco de confusión, pero se normalizará", señaló Botero durante la presentación. "Siento que el césped quede dañado si la gente lo pisa mucho", añadió.
Tres aeropuertos
Además de la figura donada, tres de la esculturas expuestas en Madrid también se quedarán en España. El comprador, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, las expondrá en sus terminales de Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca. El precio de la compra, 200 millones de pesetas, es, según algunos expertos, un buen precio teniendo en cuenta las cotizaciones que alcanza el artista colombiano.Caballo, una figura de 1.300 kilogramos de peso que representa a un equino de piernas gigantescas; Mujer recostada, una gorda de 650 kilos de peso y Rapto de Europa, también de 1.300 y que representa a una mujer subida a un toro, viajarán después del 12 de agosto a la nueva terminal del aeropuerto del Prat, en Barcelona, a Barajas, de Madrid y San Juan, de Palma de Mallorca. Aún no se sabe cual será la ubicación definitiva de las esculturas en las terminales de los aeropuertos.
Babelia
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