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EL 'CASO ROLDÁN'

CiU fuerza a González a dar la cara en el Congreso por los casos de corrupción

Las presiones políticas, en particular las de CiU, acabaron por doblegar a Felipe González. El presidente del Gobierno comparecerá finalmente en el Parlamento el próximo miércoles para responder personalmente de los últimos acontecimientos en torno a los casos Roldán y Rubio. El Gobierno ha tenido que cambiar de posición en menos de 24 horas: de considerar innecesaria esta intervención extraordinaria ha pasado al compromiso de dar la cara. La oposición en bloque le forzó a ello, aunque no con las prisas que pretendía el PP.

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La táctica de presión de los dirigentes de CIU -el lunes Jordi Pujol emplazó a González a dar la cara y ayer Miquel Roca remataba el mensaje- fue el detonante del cambio de estrategia gubernamental. "González debe coger el toro por los cuernos. Tiene la responsabilidad, que no es delegable ni eludible, de presentarse ante el país y ante el Congreso y explicar qué ha pasado y qué piensa hacer para reconducir la situación", advirtió el, portavoz de CiU en el Congreso a TV3. Consciente de que el apoyo de los nacionalistas catalanes es indispensable para la estabilidad del Gobierno, Roca añadió: "Si esto no pasa, todos nuestros esfuerzos no tienen ningún sentido". Horas después, el Ejecutivo tiraba la toalla y acataba el criterio de la oposición. GonzáIez comparecerá el miércoles, como proponía IU.Hasta entonces, en el Congreso, el Gobierno y la sede del PSOE el ambiente era de vértigo. La comparecencia de hoy del aún ministro del Interior, Antoni Asunción -se ha retrasado un día por cuestiones de procedimiento-, parecía ya claramente insuficiente ante la presión política y social, y las voces del partido, de los ministros y de la oposición llegaban con insistencia a González pidiéndole que se dirigiera a la opinión pública. Así, el diputado Independiente del PSOE Baltasar Garzón reclamaba al presidente del Gobierno que tomara "medidas drásticas ya", pero indicaba que González debe seguir en su puesto.

Inicialmente, para el PSOE era suficiente con que lo hiciera ante los medios de comunicación, pese a que la oposición sostenía que el lugar adecuado era el hemiciclo. Fue la amenaza de Pujol y de otros dirigentes de CiU la que decidió. "Sabremos calibrar si González ha actuado seriamente y con eficacia", reiteraba ayer Pujol, que deslizaba un tibio reconocimiento de su apoyo al Ejecutivo: "En la medida de lo posible intentaremos garantizar la estabilidad". Sus advertencias las completaba de inmediato Roca, para no dejar la mínima duda: "La credibilidad del Gobierno no se gana desde el silencio, sino dando la cara".

El portavoz de CiU agregó: "Una situación como la que vivimos podría perjudicar la recuperación económica y entonces ya no valdría la pena asegurar la estabilidad". Más directo, si cabe, fue el socio de CiU, Unió Democrática, quien a través de su presidente, Josep Antoni Durán Lleida, volvió a exigir la dimisión como diputados de los ex ministros del Interior José Luis Corcuera y José Barrionuevo.

La medicina fue efectiva. En sólo 24 horas los socialistas cambiaron su discurso. Hasta anteayer resultaba innecesaria la presencia de González en el Parlamento porque, alegaban, hacía muy pocos días que se había celebrado el debate del estado de la nación y, además, se había demostrado que el Gobierno no corría peligro gracias al apoyo de CiU.

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Ayer, la cuestión era otra. En el Gobierno y en el PSOE se reconocía la hipótesis de que González iba a intervenir en el hemiciclo. "Si no lo hace añadirá una burla más a los españoles, y planteará las cuestiones en un terreno completamente al margen de las reglas de juego de la democracia", advertía el líder del PP, José María Aznar, quien pretendía que la comparecencia fuese inmediata, y no dentro de siete días.

Antes habrá baile de carteras en el Gobierno. Asunción no estará ya en el Consejo de Ministros del viernes, y si, como se comenta, le sustituye otro ministro, los cambios serán al menos dos.

El ministro de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió ayer que es "posible" que González, que ayer despachó con el Rey, intervenga en alguna cadena de televisión antes de su comparecencia en el Congreso. El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, desveló esta posibilidad en el programa Hora 25 de la cadena SER, y acusó a González de postergar al Parlamento y ofender a la opinión pública.

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