Dos de los implicados en la muerte de una educadora social en Badajoz se escaparon hace unos días del piso tutelado

El asesinato este domingo de la educadora social de 35 años Belén Cortés Flor mientras trabajaba en un piso de medidas judiciales de Badajoz ha conmocionado a la sociedad extremeña, además de por la muerte de la trabajadora por la corta edad de los supuestos implicados en el hecho, tres menores de entre 14 a 17 años, que llegaron a última hora de este lunes a los juzgados de la ciudad pacense antes de pasar a disposición del juzgado de menores.

Los tres presuntos implicados son dos chicos y una chica que, una vez que supuestamente perpetraron el asesinato, se marcharon con el coche de la cuidadora por la Autovía A5 en dirección a Mérida. Según explicó este lunes el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, en el trayecto tuvieron un accidente, abandonaron el vehículo e hicieron autoestop para llegar hasta la capital autonómica, donde fueron detenidos a primera hora de la mañana de este lunes. Cuando ocurrieron los hechos, residían en el inmueble cuatro menores, tres presuntamente implicados y el otro que avisó a los servicios de emergencias de lo que había ocurrido.

Dos de los chicos detenidos se escaparon la pasada semana de la vivienda de Badajoz a la que habían sido trasladados hace poco desde Mérida. Entre ellos el menor de 14 años, natural de Don Benito (Badajoz), cuya familia lanzó un comunicado a los medidos pidiendo colaboración a la ciudadanía para encontrarlo. El adolescente se fugó del piso tutelado en el que residía en la calle Castillo de Benquerencia de la Urbanización Guadiana de Badajoz. El otro de los chicos tiene 15 años.

Según denunció la familia, el rastro del menor se perdió el sábado 1 de marzo a las seis de la tarde, con motivo de la celebración del sábado de Carnaval, cuando fue visto cruzando uno de los puentes de la capital pacense. A partir de ese momento, la Policía Nacional puso en marcha un dispositivo para encontrar al menor, que había entrado hacía un mes en el piso de medidas judiciales perteneciente a la Junta de Extremadura.

Según ha conocido EL PAÍS, uno de los motivos que llevaron a que el menor ingresase en el piso tutelado para cumplir medidas judiciales vino a raíz de que agrediese a su padre, sindicalista de la enfermería en la comunidad.

Según han denunciado compañeros de la trabajadora asesinada, en este tipo de viviendas no hay seguridad, ni tampoco hay cámaras de vigilancia, por lo que la desprotección a la que se enfrentan es enorme. También aseguran que no es la primera vez que esa trabajadora había denunciado la difícil situación que estaba viviendo.

En una concentración a las puertas del centro Marcelo Nessi de cumplimiento de medidas judiciales de Badajoz, varios compañeros de la mujer de 35 años han criticado que llevan meses pidiendo más medidas de protección para los profesionales. Han explicado que en el piso trabajaban cinco educadores y que lo hacían con miedo. “Se vivía una situación muy difícil desde hace 15 días, con algunos robos y fugas; esta tragedia le podía haber sucedido a cualquiera”, aseguraban en la reivindicación.

Desde la Junta de Extremadura, han lamentado profundamente lo ocurrido y se ponen a disposición de la justicia y de la policía para trasladar todo lo que sea necesario en la investigación. La presidenta regional, María Guardiola informaba que la consejera de Salud y Políticas Sociales había estado desde el momento que se descubrió lo ocurrido a disposición de las autoridades competentes.

Diferentes organizaciones sindicales han pedido medidas urgentes para garantizar la seguridad en los centros de menores. Para ello, han pedido la convocatoria urgente del comité de seguridad y salud de servicios sociales para abordar el problema y exigir un entorno seguro para los profesionales. El sindicato USO ha recordado que tienen convocada una huelga de vigilantes de seguridad en el centro Marcelo Nessi desde hace más de un año, para exigir seguridad y protección suficiente ante los riesgos.