'Belle époque' sirve de 'test' en las discusiones sobre la ley del cine

Belle époque se convirtió ayer en la caja de los truenos del cine español en el Congreso de los Diputados. El filme de Trueba flotó ayer en la discusión de la ley del cine en el Pleno de la Cámara, que fue aprobada por 177 votos a favor del Grupo Socialista, Convergència i Unió e Izquierda Unida-, 128 en contra y 8 abstenciones. Cultura otorgó ayer 400 millones de pesetas en subvenciones al cine, en la primera convocatoria de 1994. Ocho largometrajes se beneficiarán de las subvenciones.

Los grupos políticos se apuntaron ayer al carro del Oscar, unos para atacar la política cinematográfica española y otros para intentar demostrar que se sigue el camino correcto. "No hay gol de un cojo", señaló el diputado Felipe Alcaraz (Izquierda Unida) en referencia al Oscar conseguido por Fernando Trueba. "Belle époque demuestra que la política cinematográfica que se está llevando a cabo no es tan equivocada", dijo el socialista Salvador Clotas. Miguel Ángel Cortés, del Partido Popular, puso el dedo en la llaga al lamentar que el filme español ganador en Hollywood "se ha tenido que rodar en Portugal ante la falta de incentivos fiscales" en nuestro país.En un ambiente de biblioteca popular con los periódicos bien extendidos en sus pupitres, los diputados más madrugadores se dedicaron a leer noticias frescas mientras que los ponentes defendían una vez más -es la tercera vez que este proyecto se debate en el pleno- sus posturas en relación a la ley del cine. A la hora de las votaciones, 313 diputados hicieron su aparición en el salón de plenos. Todas las enmiendas presentadas por el Grupo Popular, Coalición Canaria, Grupo Vasco e IU fueron rechazadas.

Una enmienda

Sólo una enmienda in voce defendida por el socialista Clotas, para introducir el que las asociaciones afectadas tengan también que ser oídas por el Gobierno para modificar los importes, cuotas y porcentajes de las cuotas de pantalla y las licencias de doblaje fue aprobada con 180 votos a favor, 129 abstenciones y 4 en contra.

Las licencias de doblaje y las cuotas de pantalla -los verdaderos caballos de batalla de la ley y que han sido rechazados con cajas destempladas por exhibidores y distribuidores no sufrieron ninguna modificación con respecto al texto propuesto por el Gobierno. Es decir, se mantienen las licencias de doblaje por un periodo de cinco años y los exhibidores se ven obligados a proyectar en sus salas un día de cine europeo por cada dos de cine norteamericano.

Por otro lado, el Comité Asesor de Ayudas a la Cinematografía del Ministerio de Cultura dio a conocer ayer los ocho largometrajes que obtendrán subvenciones en la primera fase anual de la convocatoria de las tres previstas este año, sobre un presupuesto de 400 millones de pesetas.

Los filmes seleccionados son: Atolladero, del nuevo realizador Oscar Aibar (26 millones); California dreams, de Francesc Bellmunt (50 millones); La frontera, Javier Elorrieta (50 millones); Isla negra, de Cecilia Bartolomé (70 millones); Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto, del nuevo realizador Agustín Diaz Yanes (60 millones); La niña de tus sueños, del nuevo realizador Jesús Delgado (50 millones); El quid de la cuestión, de Ventura Pons (45 millones), y Todo es mentira, de Álvaro Fernández Armero (50 millones).

Los criterios en los que se basa la comisión que otorga estas subvenciones son la calidad y valor artístico de los proyectos, el presupuesto y su adecuación para la realización de las películas, el plan de financiación y la solvencia del productor. Este último caso incluye el cumplimiento del mismo en anteriores ocasiones, de las obligaciones derivadas de la obtención de ayudas, así como su grado de actividad en los últimos cinco años.