España envía dos Hércules, para sumarse al puente aéreo que evacua a extranjeros de Ruanda

Dos aviones Hércules C-130 del Ejército del Aire español despegaron ayer de la base aérea de Zaragoza para sumarse al puente aéreo belga y francés entre Kigali, la capital ruandesa, y Nairobi, capital de Kenia, con elfin de evacuar lo más rápidamente posible a los residentes extranjeros que aún están atrapados por la guerra civil. Los extranjeros han recibido un ultimátum para abandonar el país en el plazo de tres días, según informaban ayer los españoles ya evacuados. Hastaahora han salido del país al menos 44 españoles, pero aún quedan otros 80 atrapados en el conflicto. Las tres religiosas de la misión de Kibuye, al parecer, se encontraban anoche en lugar seguro, tras ser rescatadas por tropas belgas.

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, anunció en los pasillos del Congreso de los Diputados el envío de los Hércules. Bélgica ha aceptado el ofrecimiento para que los aviones participen durante cuatro o cinco días en la evacuación de ciudadanos europeos. García Vargas añadió que en ese plazo de tiempo se espera que la repatriación de los occidentales esté concluidaMientras, el ministro español de Exteriores, Javier Solana, confirmó ayer la evacuación de 44 ciudadanos españoles por las fuerzas belgas o francesas. Antes de que resurgiese el conflicto tribal, la colonia española en el país africano ascendía a 135 personas. Unas 60 huyeron, al parecer, por su cuenta nada más iniciarse las hostilidades sin esperar a que se pusiese en marcha la operación de evacuación.

Solana trató ayer de salir al paso de las acusaciones formuladas contra su ministerio por su supuesta ineficacia en la ayuda prestada a los residentes españoles. Precisó que, a mediodía de ayer, estaban siendo evacuados de Gitarama cinco de los seis médicos españoles -uno de ellos se había negado a abandonar su lugar de trabajo- adscritos a la organización de ayuda humanitaria Medicus Mundi.

Paralelamente, las tres monjas españolas de la Congregación de Jesús, María y José fueron rescatadas ayer del hospital de Kibuye en el que estaban sitiadas por un comando de paracaidistas que se desplazó desde Kigali, a 150 kilómetros de distancia y las trasladaron a la localidad zaireña de Goma, junto a la frontera con Ruanda. Solana describiío la operación de salida del país como "de gran complejidad",

Hasta entonces, las tres religiosas -Pilar Díez Espelosín, Amparo Muñoz y Margarita Banch- se habían negado a ser evacuadas porque pretendían que les acompañase una monja ruandesa de su misma congregación, a quien los militares belgas se resistían a evacuar porque consideraban que su presencia podía obstaculizar el paso de los puestos de control en manos de los rebeldes.

La Embajada española en Bélgica realizó intensas gestiones para que pudiesen ser evacuadas las tres, religiosas. Kibuye es un lugar de dificil acceso y los mandos militares belgas consideraron su evacuación menos prioritaria que la de residentes en la capital.

Ante la insistencia de la legación española, el mando de los paracaidistas belgas en Kigali se puso en contacto telefónico con las religiosas y una columna de soldados partió ayer por la mañana a su encuentro.

El ministro explicó que hasta ahora no se había enviado ningun avión español porque Bélgica, que coordina la evacuación, no lo consideraba necesario. Por último, dio una larga explicación sobre la actividad estos últimos días por la Embajada de España en Nairobi (Kenia), con la que intentó demostrar que casi siempre tuvo a un funcionario en el aeropuerto de esa ciudad para atender a eventuales evacuados españoles. Si el diplomático en cuestión no se encontró con alguno de ellos fue, añadió, porque aquel aeropuerto es un caos.

Por otra parte, un equipo de cirugía de la sección española de Médicos sin Frontreras -dos enfermeras y un anestesista emprendieron ayer viaje a Kigali desde Nairobi.