"¡Somos unos mandados y cumplimos órdenes!"

La Embajada de España en Nairobi (Kenia) siguió las órdenes de Madrid sobre la evacuación de los 135 españoles residentes en Ruanda y atrapados por la guerra. "Nuestras instrucciones fueron seguir el tema como pudiésemos y atender a los españoles que pasaran por aquí", afirma el primer secretario de la Embajada, Javier Herrera. "¡Somos unos mandados y cumplimos órdenes!".No hubo instrucciones específicas, señaló la misma fuente, de que algún miembro de la Embajada se trasladase a Kigali o Bujumbura (Burundi). En el aeropuerto de Nairobi, por el que han pasado ya decenas de evacuados por fuerzas francesas o belgas, se produjo un altercado entre Herrera y el sacerdote Miguel Paret. Este, según el propio Herrera explicó, expresó casi con insultos su irritación a voz en grito ante lo que consideró falta de sensibilidad del Gobierno español por no reaccionar y montar su propio dispositivo de evacuación. La representación diplomática recibió la instrucción de montar como pudieran un dispositivo con sus propios y limitados medios. La embajada se ocupa provisionalmente de los asuntos en Ruanda.

El dispositivo español consistió en mantenerse en contacto con las vicecónsules honorarias en Bujumbura, María Isabel Pintado, y en Kigali, Machalen Belaustegigoitia. Con la primera se contactó el jueves pasado; con la segunda, no se logró hasta el pasado lunes, al haber huido de Kigali. Ayer estaba en Bruselas.

Javier Herrera fue uno de los diplomáticos que ha estado recibiendo a los evacuados en el aeropuerto de Nairobi. La misionera española Uvaldina Martínez denunció el martes, a su llegada a Madrid, "el vacío total de la presencia española" en una situación dramática y peligrosa como la que han vivido los españoles en Ruanda. Añadió que nadie atendió a los evacuados en el citado aeropuerto.

Herrera comentó ayer que el lunes, cuando la misionera citada y otras compañeras fueron evacuadas, estuvo prácticamente todo el día en el aeropuerto. "La evacuación fue confiada a los belgas, porque son los que tienen tropas en Ruanda y conocen el terreno", dijo. Aseguró que en todo momento el dispositivo español ha dependido de los belgas.

¿Qué ocurrió cuando llegaron los evacuados y no había nadie para recibirlos? "Estuve en el aeropuerto hasta las cinco o cinco y media de la tarde, y los belgas me dijeron que no habría más aviones, en vista de lo cual me marché a la embajada, pero antes dejé a los belgas todos nuestros teléfonos, excepto el de mi casa. Dio la casualidad de que el avión con las religiosas llegó mientras hacía el trayecto entre el aeropuerto y la embajada. Los teléfonos en Nairobi funcionan mal. Cuando por fin me localizaron, regresé al aeropuerto pero los evacuados habían salido para Bruselas. Ayer [por el martes] llegamos hasta el insulto personal con el sacerdote Miguel Paret, de quien tuve que soportar sus improperios. Me echó en cara que por qué estaba yo en Nairobi y no en Bujumbura, y por qué no fue enviado un avión militar español. No se nos dieron instrucciones de trasladarnos a Kigali o Bujumbura".

El embajador, Luis Calvo Merino, se encontraba ayer en Uganda, y a su regreso anoche a Nairobi este periódico pudo hablar telefónicamente con él. "Les puedo garantizar", dijo, "que la Embajada ha hecho cuanto ha podido por ayudar a los evacuados con sus limitados medios. Esto ha sido caótico. Hemos tenido que abordar los aviones y pasar lista para saber si había españoles. Las cosas aquí no son tan fáciles como pudiera imaginarse".