Joselito, única figura ausente en los carteles de la Feria de San Isidro

Todas las figuras del toreo, a excepción de Joselito, cuyas negociaciones con la empresa no llegaron a buen fin por cuestiones económicas, actuarán en la Feria de San Isidro, que comienza el día 14 de mayo. Por contra, Jesulín de Ubrique es el único matador contratado para tres tardes en un abono, con la habitual presencia de divisas comerciales y toristas, que incluye un total de 27 festejos. Como prólogo al mismo se celebrarán las tres novilladas y la corrida de toros de la miniferia de la Comunidad, que se inicia el próximo día 29 de abril.

Estos carteles fueron presentados ayer oficialmente por los empresarios José Luis y Eduardo Lozano, a quienes acompañaba Pedro Mora, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, propietaria del coso, y que participa junto a la empresa en la explotación económica del mismo.José Luis Lozano afirmó que ellos tenían el máximo interés en contratar a Joselito, "tras su gesto de torear gratis y en solitario la corrida de Beneficencia de 1993, de cuya feria de San Isidro ya estuvo ausente, aunque en aquel caso por falta de acuerdo en las ganaderías con las que quería anunciarse entoríces". Después hizo un repaso a los más de 20 días de negociaciones con Enrique Martín Arranz, apoderado del diestro, "en las que llegamos a pedir la ayuda de la propia Comunidad", extremo que fue confirmado por Mora, quien calificó la ausencia del torero de "larnentable". Mora añadió que "nuestra única misión posible era hacer de intermediarios, pese a lo cual tampoco conseguimos el acuerdo".

El empresario confirmó las tesis mantenidas por Martín Arranz de que lo que impidió la contratación de Joselito fue el tema de los honorarios: "Después de que el apoderado eligiese, tras cambiar varias veces de opinión, las divisas con las que iba a actuar su torero -Torrestrella, Marqués de Domecq y Cuadri-, nuestro ofrecimiento fue de 36 millones de pesetas por las tres tardes, un 33% más de lo que le pagamos en 1992. Ellos querían cobrar lo mismo que el que más cobró en 1993, algo inadmisible e inusual en la fiesta, donde cada uno tiene un valor y no se hacen los contratos por referencias a otros toreros". Espartaco y Ponce, con 17 millones por tarde, fueron los mejor pagados en la feria de 1993.

Mora concluyó señalando que "como agradecimiento a la gesta de Joselito de actuar en Beneficencia cediendo todos sus honorarios para fines sociales de la Comunidad", el torero tiene asegurado este año un puesto en el tradicional festejo.

En las 27 tardes de San Isidro (22 corridas de toros, tres novilladas y dos espectáculos de rejoneo) están anunciados 60 toreros: 43 matadores de toros, 9 novilleros y 8 rejoneadores. Jesulín es el único que actuará tres tardes, "porque insistió en ello, cosa que no ocurrió con ninguna otra figura", según Lozano. Otros 21, entre ellos Paco Ojeda, que reaparece, y las figuras, harán dos paseíllos. Y los restantes, entre ellos Palomo Linares, que también reaparece, uno.

Tomará la alternativa El Madrileño y la confirmarán Julio Aparicio, Manolo Carrión, Domingo Valderrama, el portugués José Luis Gonçalves y el mexicano Alejandro Silveti. En cuanto a las ganaderías, que se expondrán en la Venta del Batán a partir del 7 de mayo, se cuenta con mayoría de las denominadas comerciales, y varias duras, como Miura, Conde de la Corte, Cuadri y Dolores Aguirre.

Nadie preguntó en este acto por la ausencia de El Cordobés, único matador de los que ocuparon altos puestos del escalafón de 1993 que no está contratado. Sí se cuestionaron las ausencias de Pedrito de Portugal, Vicente Barrera y Rivera Ordóñez, "a cuyos apoderados no interesó que vimeran", según Lozano.

La renovación de abonos comienza el próximo día 11, y el 25 saldrán a la venta los nuevos.

Rigor contra el fraude

Por otra parte, el Ministerio del Interior y las autonomías han acordado una instrución que ayer dio a conocer en Sevilla el Subsecretario de aquel departamento, destinada a luchar contra el fraude en la fiesta de los toros, informa .

La instrución se refiere, fundamentalmente, a los reconocimientos de las reses, que "deberán realizarse con el mayor rigor y profundidad, extremando las precauciones para evitar la manipulación fraudulenta de las astas"; regula los análisis de vísceras y reconoce el derecho de los espectadores a conocer si las reses se lidian bajo responsabilidad del ganadero, tras haberlas rechazado los veterinarios.

Paralelamente, 40 veterinarios reunidos en Córdoba han aunado, criterios sobre el reconocimiento de los toros al efecto de garantizar su trapío, y la integridad de las astas.