_
_
_
_

Primera generación de cerdos modificados genéticamente para trasplantes en humanos

Médicos británicos esperan comenzar las intervenciones de corazón en tres años

Isabel Ferrer

Científicos británicos de la Universidad de Cambridge han obtenido la primera generación de lechones genéticamente modificados para que sus corazones puedan ser trasplantados a una persona sin provocar rechazo. Las operaciones podrían empezar dentro de tres años. Para entonces, los expertos esperan que los descendientes de los cerdos ahora nacidos hayan duplicado los genes humanos inyectados a sus progenitores. Si los experimentos tienen éxito, no e descarta la posibilidad de aprovechar otros órganos como el páncreas o los riñones para aliviar la espera de los enfermos.

El peso medio de un cerdo es similar al de las personas. Sus corazones también se parecen, pero no son capaces de evitar el rechazo del organismo humano. Cambian de color (se vuelven negros) y sus tejidos son destruidos en pocos minutos. Los investigadores de Cambridge, dirigidos por el inmunólogo David White, han tratado de resolver dicho problema inyectando genes humanos a 2.500 embriones de cerdo. De los 311 lechones nacidos, 49 lograron incorporarlos a su propio código genético. De éstos han sobrevivido 39, y se cree que serán capaces de transmitir el gen a sus descendientes.

White ha señalado que las pruebas no podrán comenzar hasta que la segunda generación de animales demuestre que ha duplicado los genes, "y con ello las proteínas humanas que evitarán rechazos graves". El equipo de Cambridge tendrá que estudiar también la posible duración del nuevo corazón una vez trasplantado. Los cerdos suelen vivir unos 18 años y aún no se sabe con certeza el grado de deterioro que éste experimentará.

Una vez resueltos estos problemas, será posible criar cerdos sólo para aprovechar sus órganos. Con ello, los investigadores desean aliviar la espera de centenares de pacientes que pueden morir por falta de una donación a tiempo. El pasado año, 404 personas se sometieron a un trasplante de corazón en el Reino Unido. En el resto del mundo la cifra sumó cerca de 3.000. Sin embargo, las listas de espera siguen siendo muy abultadas. "Hay que aguardar a que alguien fallezca para que un enfermo pueda vivir, y la nueva técnica puede salvar muchas vidas", ha dicho White.

Dudas éticas

Sus experimentos científicos han provocado ya dudas de índole ética y legal. Las mayores críticas proceden hasta ahora de la Unión Británica para la Abolición de la Vivisección (disección de animales vivos para estudios científicos). Sus portavoces han manifestado que no existen datos fiables sobre la posibilidad de salvar vidas mediante este sistema. "Experimentos como éste sólo causarán mayores sufrimientos tanto a las personas como a los animales involucrados". White ha contestado diciendo que la insulina y algunas válvulas cardiacas se obtienen desde hace tiempo del cerdo. Aprovechar sus corazones supone dar un paso más en el progreso natural de la medicina, según él.

Para llevar a cabo sus trabajos, White ha fundado, junto con su colega John Wallwork, una compañía denominada Imutran. El capital de la misma ha sido proporcionado por la firma estadounidense Warburg Pincus y los laboratorios suizos Sandoz. El ministerio británico de Industria y Comercio declinó colaborar en el proyecto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_