Mario Vargas Llosa y Luis Goytisolo, elegidos miembros de, la Real Academia

Dos novelistas, Mario Vargas Llosa y Luis Goytisolo, son los flamantes académicos elegidos ayer para la Real Academia Española. El primero, en aplicación a los nuevos estatutos, ocupará un sillón indefinido, y el segundo ocupará el sillón C, que dejó vacante la muerte del poeta Luis Rosales. A esta plaza era candidato también Ángel González. Tanto Vargas Llosa como Goytisolo manifestaron ayer sentirse muy honrados con esta elección. El escritor peruano, nacionalizado español el año pasado, dijo que con esto "crece mi deuda con España".

Los académicos son siempre discretos y el ceremonial de comunicar a la prensa los resultados de sus elecciones tiene siempre algo de urgente y precario. El secretario perpetuo de la academia, Víctor García de la Concha, desde las alfombradas escaleras y mientras sus compañeros académicos salían a nuestras espaldas con los sombreros puestos, ya para irse, comunicó escuetamente los dos nombres, añadiendo que ambos salían "por mayoría absoluta".Nadie vio el número de votos acopiados por cada candidato, si bien se dijo que Mario Vargas Llosa (Lima, 1936) había sido nombrado en segunda votación y Luis Goytisolo (Barcelona, 1935) en tercera.

Goytisolo había sido presentado por Francisco Ayala, Gonzalo Torrente Ballester y Martín Municio, que ocupará el sillón C vacante tras la muerte del poeta Luis Rosales, sillón al que también optaba el poeta Angel González. El novelista peruano Mario Vargas Llosa había sido presentado como candidato único, sin sillón fijo, con la firma de Rafael Lapesa, Pedro Laín Entralgo y Camilo José Cela, al amparo del artículo 9 de los nuevos estatutos, aprobados en julio pasado.

Según el reglamento académico, en la primera votación han de salir dos tercios del total de académicos, lo que suele resultar imposible por las ausencias, y ya en la segunda son suficientes los dos tercios del quorum. De 41 académicos que había hasta hoy fueron 32 los que votaron.

Dinamismo y eficacia

El escritor Luis Goytisolo dijo ayer sentirse "muy honrado" con la elección de la Academia. "Para mi es un honor extraordinario", afirmó. "Me interesa sobre todo el formar parte de la Academia en este momento en que la institución está tomando una buena marcha, llena de dinamismo y eficacia"."En la entega de los Premios Nacionales, el pasado martes, alguien me preguntó si ese galardón era la culminación de mi carrera. Yo creo que como escritor todavía tengo mucho que hacer y que un premio, por muy importante que sea, no debe pesar como una losa. Antes se tenía la idea decimonónica del académico como parte del panteón de los inmortales. Ahora eso ha cambiado y creo que es una oportunidad de aportar algo a una institución viva y necesaria", afirmó.

A Goytisolo, como escritor, le interesa la "libertad de reinventar el lenguaje", pero como académico piensa en la necesidad de establecer una serie de reglas para el uso del idioma."El español es el segundo idioma más hablado después del inglés y no hay que descuidar su evolución. Guste o no guste a la Academia, ésta tiene que seguir el rumbo que le da la gente que lo habla. Y eso es algo en lo que me interesa colaborar".Vargas Llosa, que se encuentra en la Universidad de Georgetown, en Washington, afirmó al saber el resultado positivo de su elección que con esto "crece mi deuda con España

El autor de La ciudad y los perros, colaborador habitual de El PAÍS, publicará próximamente en la editorial EL PAÍS / Aguilar un ensayo titulado Desafíos a la libertad.

"No sé realmente en qué podré contribuir a la Academia, pero debo decir que tengo la mejor intención de cumplir. Cuando uno recibe una muestra de confianza como ésta, tiene la obligación moral de hacer un esfuerzo por estar a la altura de esas exigencias. Pero además encuentro que el trabajo académico puede ser muy estimulante intelectualmente", dijo a este periódico.

No soy un gramático ni un lingüista, soy solo un escritor que ha vivido fascinado por el idioma. Pero soy además un ciudadano del mundo de la lengua española y creo que con esa experiencia podré aportar algo a la Academia".

A pesar de su nacionalización como español, Vargas Llosa no reside en España desde su juventud. Esto puede dificultar su asistencia a las sesiones de la Academia. "La que se ha puesto muy contenta con todo esto ha sido mi esposa, porque me ha dicho que ahora ya no tenemos excusa para no buscar casa en Madrid. Yo procuraré asistir a la mayor cantidad de sesiones posible y no ser un académico decorativo. Además me han dicho que a los académicos que no asisten se le aplican castigos, y yo no quiero que me castiguen".