La agricultura española saldrá beneficiada del acuerdo
Los diplomáticos españoles de la secretaría de Estado para Europa, que están negociando la adhesión de los cuatro nuevos socios, consideran que España ha salido muy airosa por el momento de. unas conversaciones caracterizadas por su gran dificultad y por una cierta soledad. La industria hortofrutícula será una de las principales beneficiarias. Fuentes de la secretaría de Estado han mostrado su irritación por las comparaciones entre los resultados de las negociaciones de adhesión de España y las actuales.Un portavoz de dicha secretaría aseguró que no hay agravio comparativo alguno e ilustró su explicación con los siguientes argumentos:
Estos países, que se hallaban ya integrados en el espacio europeo a través del acuerdo con la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio) y del Espacio Económico Europeo, habrán esperado entre 5 y 3 años para incorporarse. España, menos integrada y preparada, estuvo 7 años negociando.
No ha habido aplazamiento de contribuciones al presupuesto comunitario sino únicamente compensaciones por sus esfuerzos de integración en la PAC (Política Agrícola Común). España tuvo en cambio un aplazamiento de sus pagos en forma de devolución de su contribución por el IVA desde el 86% hasta el 5% el sexto año.
Fondos estructurales
Los cuatro candidatos no se van a beneficiar de los fondos estructurales de Objetivo 1 (zonas con una renta situada en el 75% de la Unión). Van a recibir, en cambio, fondos por una cuantía inferior en concepto de baja densidad de población y difíciles condiciones de vida. El conjunto de ayudas equivaldrá a unos 1.000 millones de ecus (160.000 millones de pesetas) al año, frente a una cifra cinco veces superiores que recibe España, sin contar con el Fondo de Cohesión.
No habrá restricciones a las exportaciones agrícolas españolas. España duplicará sus actuales exportaciones hortofrutícolas, que pasarán de 25.000 millones de pesetas al año a 50.000.
Pero para que los negociadores puedan cantar victoria deberán resolver cuatro cuestiones: una declaración sobre los criterios de convergencia para evitar que la entrada de los cuatro complique a España su camino hacia la UEM (Unión Económica y Monetaria); unas perspectivas financieras hasta 1999 en las que las ayudas regionales obtengan una proporción de dinero equivalente a la actual; una minoría de bloqueo de dos países grandes y uno pequeño en el Consejo de Ministros que garantice el mantenimiento del actual peso de España; y concesiones pesqueras por parte de Noruega.
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