Aparcados los puntos de litigio que son decisivos para España

Las reivindicaciones españolas en la negociación de adhesión han quedado definitivamente aparcadas hasta el lunes próximo, 7 de marzo. El acuerdo cerrado ayer con Suecia, Austria y Finlandia deja fuera de la reforma de las instituciones, la Unión Económica y Monetaria y la re modelación del presupuesto se gún las nuevas aportaciones y necesidades. Los tres temas son decisivos para España, que sólo cuenta con otro contencioso de calibre superior abierto, el acceso a los recursos pesqueros de Noruega.España exige el mantenimiento de la actual minoría de bloqueo de 23 votos sobre 76 en el momento en que se conviertan en 90. Alternativamente acepta los 27 votos de una nueva minoría de bloqueo, siempre que representen a tres países o a 100 millones de habitantes. El Gobierno español cuenta con el Reino Unido e Italia, pero se encontró ayer con la oposición frontal de Francia, que amenazó con utilizar su derecho de veto a la minoría de bloqueo de 23 votos.

Contactos a alto nivel

De hoy hasta el lunes se sucederán los contactos a alto nivel, entre ministros y jefes de Estado y de Gobierno, para resolver esta cuestión que afecta a los intereses nacionales, según la delegación española. El secretario de Estado, Carlos Westendorp, ha asegurado que nunca saldrá de su boca la aceptación de una fórmula de voto que no mantenga la actual minoría de bloqueo.

En cuanto a la Unión Económica y Monetaria, España pide que los tratados de adhesión incluyan una declaración política en la que se recomiende no utilizar los criterios de convergencia de los cuatro nuevos miembros, todos ellos con datos macroeconómicos mejores que España, para subir el listón e impedir la incorporación al grupo de cabeza de los países que se sumen, a la moneda común.

España pretendía, al principio de la negociación, recoger como un acuerdo jurídicamente vinculante la exclusión de dichos criterios, pero se ha encontrado con la feroz oposición de Francia y Alemania, que consideran esta reivindicación como un obstáculo a la propia UEM.

La remodelación del presupuesto enfrenta los intereses de buen número de países, que desean obtener un trato preferente en la cobertura de sus reivindicaciones económicas- mediante el dinero fresco aportado por los nuevos socios. Alemania, primer contribuyente neto a la UE, quiere disminuir su factura. Francia desea garantizar la resolución de su factura agraria, generada por el acuerdo en el GATT. España quiere que las ayudas a las regiones más desfavorecidas absorban proporcionalmente la misma cantidad que en las perspectivas financieras anteriores a la ampliación. El Reino Unido quiere que las perspectivas financieras para 16 sean las mismas que para 12.